Para el delantero salvadoreño Érick Rivera obtener el boleto de ingresar a selección nacional no ha sido de gratis, especialmente cuando parecía que las lesiones y la falta de minutos pasarían factura. Ahora teniendo la oportunidad de jugar en el extranjero, con el Aurora de Bolivia, el llamado a selección nacional es un hecho y mañana empezará a entrenar con el combinado absoluto en la “semiburbuja” en las instalaciones de la Federación Salvadoreña de Fútbol.
“La verdad estoy muy feliz, estoy con muchas ganas de estar ahí, algo soñado que yo he tenido, es un orgullo que se me dé esta oportunidad y nada más tengo que aprovecharla, estoy ansioso por hacerlo sé que me va a ir muy bien”, manifestó el delantero.
“Anotar goles con la selección sería todo para mí, sería un orgullo para mí y para todo mi país, aparte toda mi familia está al pendiente. Mi primer gol será dedicado a todo mi país, eso será muy importante y estoy enfocado en eso”, agregó.
Rivera pensó que la oportunidad de llegar a la selección nacional se había esfumado por la entrada de la pandemia del Covid-19 que generó el parón futbolístico, pero nunca dejó de prepararse, incluso si no se entrenaba en cancha, esperando este momento que el cuerpo técnico del mexicano Carlos De los Cobos le ha dado.
Ahora, el exatacante de Santa Tecla ya piensa en los rivales caribeños que “son selecciones fuertes, están muy debajo de nosotros en los ránkings, algunos no aparecen, pero esta etapa creo que será muy delicada, tenemos que ser conscientes de eso, aquí sólo nos toca sumar y sumar y pensar en ganar todos los partidos”.