El irlandés Conor McGregor, estrella de la UFC, se entregó anoche a la policía luego de protagonizar un altercado en un evento de prensa con otros luchadores de artes marciales mixtas (MMA) en Nueva York.

El deportista de 29 años se entregó en la 78ª comisaría de policía pero no hay indicios de que se hayan presentado cargos en su contra, según el New York Post.

El diario aseguró que McGregor fue interrogado y podría ser acusado de conducta imprudente.

Un vídeo publicado en la mañana mostraba a McGregor lanzando una valla a un autobús lleno de otros luchadores en el estacionamiento del Barclays Center de Nueva York.

 



 

Dana White, presidente de la UFC, relató que el peleador Michael Chiesa, que se encontraba en el vehículo, tuvo que ser hospitalizado al sufrir cortes en su cara.

La policía había emitido una orden de arresto contra McGregor, agregó White, que acusó al irlandés de provocar "una tormenta en el edificio" junto a un grupo de alrededor de 20 hombres.

"Bajaron a los muelles de carga, donde los luchadores estaban entrando en el autobús, y los atacaron, lanzando cubos de basura, carretillas y cosas de ese estilo. Rompieron una ventana y provocaron cortes a Chiesa en la mano y en la cara", añadió.

"Esto es lo más desagradable que ha pasado nunca en la historia de la organización", sentenció.

El futuro de McGregor en la UFC, que se embolsó cerca de 100 millones por su pelea ante Floyd Mayweather en agosto, es incierto.

"Como pueden imaginar se va a presentar una demanda en su contra, sin ninguna duda. Este ha sido un movimiento realmente malo para su carrera", concluyó White.

No está claro qué originó el ataque de McGregor, que el miércoles perdió su título de los pesos ligeros.