Aunque el gol definitivo de Firmino llegó en los estertores del partido entre el Liverpool y el PSG (3-2), y pese a que el conjunto parisino logró sobreponerse a una desventaja de dos goles, la diferencia de calidad entre el vigente subcampeón de la 'Champions' y el equipo de Neymar y Mbappé fue escandalosa, este martes en partido de la primera fecha de la llave C.
En un duelo entre dos equipos que lideran sus respectivas ligas y llamados a tener un recorrido largo en Liga de Campeones, los 'Reds' se adelantaron por medio de Daniel Sturridge (30) y de James Milner (36), de penal realizado por el español Juan Bernat.
Por el PSG recortó diferencias el lateral Thomas Meunier (40), y el prodigio francés Kylian Mbappé estableció la igualada (83), pero Firmino dejó los tres puntos en Anfield (90+2).
El PSG, dominador claro de la Ligue 1 con cinco victorias en los primeros cinco partidos, hincó la rodilla ante un rival de peso.
La derrota en Anfield pone de manifiesto las carencias del efectivo parisino y de su último 'mercato': Marquinhos, titular a la fuerza en el mediocentro, se vio desbordado por James Milner, Georginio Wijnaldum y Jordan Henderson.
El central brasileño tuvo que desplegarse en un puesto que no es el suyo ante la ausencia del suspendido Marco Verratti y de refuerzos para ese puesto.
- Neymar y Mbappé discretos -
Neymar y Mbappé fabricaron el gol del empate, pero su actuación estuvo lejos de la que se espera de dos jugadores que han costado respectivamente 222 y 180 millones de euros.
Si la temporada pasada la primera derrota del PSG llegó luego de cuatro meses de competición, en esta ocasión 'sólo' se hizo esperar un mes y medio.
El PSG daba por bueno el punto que atesoraba a raíz del gol de Mbappé, pero un magistral disparo cruzado de Roberto Firmino, minutos después de ingresar al terreno de juego, lastrado por problemas que arrastraba en un ojo desde el fin de semana en el partido de la Premier ante el Tottenham, enterró las esperanzas parisinas.
El delantero brasileño dejó una curiosa celebración llevándose la mano al ojo dañado.
"Me encantó su celebración", confesó Klopp. "No soy capaz de decir todas las cosas buenas de Bobby. Salir desde el banco después de su lesión del fin de semana es realmente increíble", añadió el técnico alemán sobre el delantero brasileño.
El gol hizo justicia para un Liverpool que había dominado la mayor parte del choque.
El PSG no puede permitirse otra cosa que la victoria la próxima fecha, en el Parque de los Príncipes ante el rival 'a priori' más débil de la llave, el Estrella Roja de Belgrado, que demostró ante el Nápoles (0-0) que no se ha clasificado a la fase de grupos para ser comparsa.
En caso contrario, el reto de superar por primera vez los cuartos de final desde que el club están en manos cataríes desde 2010, se podría difuminar a las primeras de cambio.
El Liverpool visitará al Nápoles con menor presión.