Un bello y esbelto cuerpo esconde el esfuerzo arduo y la dedicación de la atleta salvadoreña Jessica Zohadiveht Romero, campeona centroamericana de bikini fitness de talla alta y noveno lugar en el campeonato amateur mundial de Las Vegas. Títulos obtenidos en menos de un año en el deporte.

La disciplina de Romero se instauró en 2010 en respuesta a la demanda de muchas mujeres que deseaban competir en el físico culturismo como lo hacían los hombres. El deporte premia la perseverancia, estética y esmero de las féminas para moldear su cuerpo.

Jessica cuenta con una Licenciatura en Turismo. / CORTESÍA


La atleta, que combina ejercicios diarios, dieta balanceada a base de proteínas y un estilo de vida ejemplar, se enamoró de la modalidad como una espectadora.

En octubre de 2016, viajó a Las Vegas, Estados Unidos, al Olympia Amateur, uno de los eventos más importantes del mundo en el físico culturismo, donde se decidió a probar suerte en la categoría.

“El haberse presentado la oportunidad de asistir a un evento de los más importantes a nivel Mundial en esta rama deportiva, y poder ver la elegancia de las atletas reflejadas en el escenario, luciendo una figura, unos trajes de competencia radiantes, vino a despertar mi interés de aprender y ahondar más”, dijo.

Jessica Romero se enamoró de la modalidad como espectadora /CORTESÍA


No obstante, Romero no se imaginaba que esta decisión la iba a llevar a lo alto en solo dos meses.

La deportista se inscribió de inmediato en la Federación Salvadoreña de Físico Culturismo y comenzó a trabajar junto con su entrenador y en poco tiempo, su esfuerzo rindió frutos.

En diciembre pasado, se paró por primera vez frente a un escenario y obtuvo el Campeonato Nacional Absoluto en talla alta de más de 163 centímetros. Desde ahí, todas sus apariciones han sido destacadas.

El pasado septiembre participó, ahora como fisicoculturista, en el Olympia Amateur, donde brilló, tras lograr posición dentro de las diez mejores de 21 competidoras.

Romero, con una licenciatura en Turismo, combina trabajo, familia y deporte a la vez. Con lo que se convierte en un ejemplo para los atletas salvadoreños en la categoría.

De niña, Jessica practicó voleibol de sala. /CORTESÍA