Los aficionados de Bélgica pueden respirar tranquilos: su delantero Romelu Lukaku ha sido finalmente autorizado a jugar el miércoles frente a Gales, lo que promete un bonito duelo frente a un Gareth Bale que recupera la forma.
Este primer partido de las calificaciones para el Mundial-2022, que se disputará en el pequeño estadio de Lovaina, será la ocasión para los Diablos Rojos de tomarse la revancha sobre los galeses, que les habían eliminado en cuartos de final de la Eurocopa-2016 (3-1).
Lukaku no debía normalmente disputar este partido, ya que su club, el Inter de Milán, rechazaba en un primer momento liberarlo, debido a un caso positivo al covid en su plantilla.
¿Cuáles son los detalles del partido?
-Fecha: 24 de marzo
-Hora: 1:45
-Estadio: King Baudouin Stadium (Bruselas)
Buena noticia para los belgas: Lukaku dio negativo y pudo finalmente unirse a la selección de su país y participará en el duelo del miércoles.
Su ausencia habría representado un verdadero duro golpe para el seleccionador Roberto Martínez. Su goleador está en gran forma, mientras que sus suplentes habituales, Mitchy Batshuayi y Christian Benteke, son a su vez a menudo suplentes en Crystal Palace.
Esta temporada, el exjugador de Anderlecht, Chelsea y Manchester United ha marcado 25 goles (y siete asistencias) entre todas las competiciones con el Inter.
- Lukaku en gran forma -
Esas estadísticas han ayudado mucho a que el Inter sea líder en la Serie A.
"Estoy en la mejor forma de mi vida", señaló el delantero de 27 años, de gran potencia con sus 191 cm.
Pero desde su llegada a Italia el año pasado, el belga no se ha mostrado solo como un potente delantero que apuesta por su físico y que da miedo.
"Gracias a Conte (su entrenador), he progresado enormemente, tanto a nivel técnico como táctico", cuenta el jugador, que recibía burlas regularmente por sus controles de balón.
Con 54 goles en 85 partidos internacionales, es el máximo goleador de la historia de los Diablos Rojos. La ausencia de público en los estadios permite también oír su fuerte voz dando indicaciones sin cesar a sus compañeros, lo que le hace uno de los líderes de un equipo belga en el que Kevin De Bruyne lo encuentra con los ojos cerrados.
Los galeses, aunque llevan sin perder once partidos, deben desconfiar de esta potente Bélgica.
Clasificados el año pasado para la Eurocopa-2020, encadenaron una Liga de Naciones casi perfecta (5 victorias y 1 empate) para acceder al grupo de élite de la competición en la próxima edición.
Todavía sin seleccionador, ya que Ryan Giggs fue acusado de violencia hacia su pareja, lo que niega, Gales se encomendará a Gareth Bale (31 años), que llevará el brazalete de capitán.
- Admirado Bale -
"Ser capitán, es un rol muy importante. Pero está hecho para eso. Ha sido nuestro amuleto de la buena suerte durante años", explicó este martes a The Sun el centrocampista Joe Allen, que regresa tras una lesión, respecto a Bale (87 partidos internacionales, 33 goles), ocho meses mayor que él.
Capaz de movilizarse cuando su situación personal era catastrófica en el Real Madrid para jugar con su selección, Bale llega esta vez con una dinámica más positiva con el Tottenham, club al que llegó cedido este año.
Pasados los primeros meses complicados en el club londinense en el que lanzó su carrera, acaba de tener un período muy prolífico entre mediados de febrero y mediados de marzo, con seis goles y tres asistencias en siete partidos.
La eliminación de la Europa League, una de las vías que podían permitir a los Spurs jugar la Liga de Campeones y conservar a Bale el año que viene, interrumpió la buena marcha del galés, y el domingo pasado se quedó en el banquillo en la victoria en campo del Aston Villa (2-0).
Pero Bale siempre se transforma cuando vuelve a la selección galesa.