Un 29 de julio de 1962, C.D. FAS realizó uno de los partidos más distinguidos en su historia al enfrentar al subcampeón del fútbol español, FC Barcelona, quien en su plantilla tenía al mundialista húngaro, Sandor Kocsis. El exportero santaneco, Mario “Conga” Medina relató su experiencia del juego efectuado en el estadio Flor Blanca (actualmente Jorge “Mágico” González).
“Una semana antes nos dijeron los directivos que íbamos a jugar el siguiente domingo ante el Barcelona a las 10:00 de la mañana, había mucha gente que iba a ver los entrenamientos del FAS, había un amigo mío que me decía ´¿No te da miedo? y entonces le dije ´sabes lo que pasa le dije que ahí uno no va a ganarles sino a demostrar lo que uno puede y lo que uno ha aprendido y dentro de todo uno hace lo posible por jugar bien, la gente se sorprendió porque un equipo así no había venido a Centroamérica”, expresó Medina.
C.D. FAS había cumplido 15 años de historia, estaba siendo uno de los equipos más exitosos del fútbol salvadoreño al haber disputado cinco finales consecutivas, ganando tres de ellas, asimismo, había disputado diferentes partidos amistosos internacionales frente al Vasco Da Gama, Palmeiras o Guadalajara de México y este último frente al cuadro azulgrana.
“Estábamos con entusiasmo de haber jugado esos partidos amistosos, pero sinceramente yo sentí que habíamos tenido un partido más duro contra Guadalajara que contra el FC Barcelona porque no es igual jugar contra México que ahí todo mundo quiere demostrar sus cualidades, con ellos había una rivalidad, que con el Barcelona, me acuerdo que me dijo Miralles antes de ese partido ´esto va a estar duro´, para nosotros no era una novedad el resultado porque habíamos jugado contra un equipo que valía la pena”, dijo “Conga”.
Al final, el FC Barcelona terminó endosando un 4-0 a C.D. FAS con goles de Sandor Kocsis al minuto 17, Zaldúa al 57, Gasúl al 76 y Capps al 81. Sin embargo, el embajador de España, Miguel Teus y López, entregó un trofeo al jugador más destacado del encuentro: Mario “Conga” Medina, quien también sufrió la potencia de los cabezazos de Sandor Kocsis.
“Antes los marcos eran cuadrados, entonces él cabeceó, en un centro, en el punto penalti, yo le metí los dedos, pero me contraminaron contra el travesaño y yo pasé todo el partido con los dos dedos grandes dormidos en la punta, nunca había sentido un dolor así en mi vida deportiva, después nos juntamos con ellos, me dijo ´¿te golpeé?, no le dije, no se preocupe”, expresó el exguardameta tigrillo.