“El amor por el fútbol se me heredó desde pequeño, mi posición hubiera sido portero, pero él (su padre) nunca permitió que lo fuera porque decía que se sufría mucho y ahora yo tenía que vengar los goles que le hacían a él y ahí fue que nació la idea de ser delantero y que desde pequeño me gustó meter goles”, expresó Meléndez hijo.
Gracias a tener a un padre reconocido futbolísticamente y a sus cualidades de atacante, Meléndez inició a sus 15 años en la tercera división con el San Sebastián en 2010, con dicho club estuvo a punto de ascender a segunda categoría, pero eso le dio la oportunidad que El Roble de Ilopango de dicha división lo fichara, luego pasó al Marte Soyapango en 2012 donde se le presentó una oportunidad inmejorable.
“Había venido alguien de Canadá que jugó en el Marte histórico, William Rosales, él dijo que quería ver un partido del Marte Soyapango, gracias a Dios en ese partido me salieron bien las cosas, y le comentó a mi papá acerca de la oportunidad de ir a jugar a Canadá, hice los trámites, pero por cuestiones migratorias no pude viajar. Fue hasta el 2017 que ya pude tener todo en regla de jugar en Canadá”, comentó el “Cachito”
Durante ese tiempo de espera, se enroló desde 2013 en las reservas de la Universidad de El Salvador (UES), Alianza FC y el Atlético Marte. En este último, Meléndez tomó la responsabilidad en el equipo de su padre, con quien se coronó campeón en la temporada de 1985 junto a mundialistas de la talla de José María “Mandingo” Rivas, Norberto “Pajarito” Huezo o Ramón Fagoaga.
También, “Cachito” pasó por el Real Destroyer de segunda división y San Sebastián de tercera categoría antes de recalar en el Wsa Winnipeg de Canadá en 2017.
Pero a principio de este año, el FC Manitoba le compró la franquicia al Winnipeg para instalarse en la cuarta categoría del fútbol estadounidense.
Por ahora, Meléndez sueña con jugar algún día en la selección salvadoreña y en la categoría mayor de un equipo de la Primera División.