La joven tenista japonesa Naomi Osaka clasificó a la segunda final del Abierto de Estados Unidos de su carrera al derrotar este jueves a la estadounidense Jennifer Brady en un intenso juego a tres sets.

Osaka, cuarta sembrada del torneo, venció a Brady (28) por 7-6 (7/1), 3-6 y 6-3 en dos horas y ocho minutos de juego en la pista Arthur Ashe, la principal del complejo tenístico de Flushing Meadows, en Nueva York.

La japonesa enfrentará en la final del sábado a la ganadora de la otra semifinal que disputarán este jueves las ex número uno mundial Victoria Azarenka y Serena Williams, a quien Osaka derrotó en la final del US Open de 2018.
"Para mí Nueva York es como mi segunda casa. Realmente adoro la atmósfera. Lamentablemente no hay gente aquí, pero siento que esta pista me sienta bien". Naomi Osaka

La japonesa se impuso en un juego muy igualado ante Brady, una de las grandes sorpresa de este US Open, al superarla en los momentos decisivos, como el 'tie break' del primer set, que ganó por un cómodo 7/1.

Las dos tenistas hicieron una exhibición con el saque, con el 84% de puntos ganados con el primer servicio para Osaka y el 77% para Brady, quien había llegado a la semifinal sin ceder un solo set en el camino.

Osaka no pudo hacer su primer 'break' hasta el tercer set, para ponerse por delante 5-3 y encarrilar el triunfo que la cita con Williams o Azarenka en la final.

"He jugado contra las dos. Las dos son muy duras. Solo estoy contenta de estar aquí", afirmó Osaka, que se dijo sorprendida con su rendimiento desde el retorno del circuito tras la pandemia de coronavirus.
"Yo solo quería volver de la cuarentena siendo positiva, sin importar si ganaba o perdía pero sabiendo que ponía el 100% de esfuerzo". Naomi Osaka

Como en los partidos anteriores Osaka volvió a lucir una mascarilla con el nombre de una víctima emblemática de la violencia policial contra población negra en Estados Unidos.

En esta ocasión, la japonesa reivindicó a Philando Castile, un automovilista afroestadounidense muerto a tiros durante un control policial ante los ojos de su compañera y una niña en 2016.