Con un gol de Raheem Sterling a la media hora de juego, el Mánchester City logró ayer ante el Newcastle 18 triunfos consecutivos y amplía su ventaja al frente de la Premier League a los 15 puntos sobre el Mánchester United.

La victoria deja al equipo que dirige Pep Guardiola a un solo triunfo de igualar la mejor racha de partidos ganados consecutivamente en las grandes ligas europeas que ostenta desde 2014 el Bayern de Múnich...entrenado también por Guardiola en ese entonces.

El City tendrá la oportunidad de igualar esa marca el domingo en la cancha del modesto Crystal Palace, que se ubica en el puesto 16 en la tabla general.

A falta del Crystal Palace, con el que se cerrará el domingo la jornada 20 de la Premier League, el City (que suma 19 victorias y un empate) aventaja en 15 puntos al United, que el martes salvó un empate en Old Trafford in extremis ante el Burnley (2-2).

En Saint James Park, Guardiola se dio cuenta enseguida que el Newcastle no iba a disputarle la posesión del balón a su equipo y aprovechó la lesión del capitán Vincent Kompany para sacar un delantero más (Gabriel Jesus) en el minuto 11.

 

Con tres defensas

Con el City volcado en el terreno rival llegaron las ocasiones de gol. La primera fue un cabezazo en el primer palo de Sergio Agüero que el arquero Rob Elliot desvió a córner con una parada llena de reflejos, al minuto 18.

Poco después de la media hora llegó el premio a la mayor ambición del City con el primer tanto del partido: el belga Kevin de Bruyne se inventó un pase al interior del área que Raheem Sterling cazó con la izquierda para alojar la pelota en el fondo de la red (31’).

Solo con el marcador en contra, el equipo dirigido por Rafael Benítez pareció querer salir de su zona defensiva y en su primera incursión en campo rival a punto estuvo de lograr el empate, cuando Rolando Aarons superó por alto al brasileño Ederson y tuvo que ser Nicolás Otamendi el que salvó el gol sobre la línea (36’).

Fue el único susto que se llevó el City en un encuentro en el que el resultado no reflejó el dominio y la superioridad del líder de la Premier League.

“Lo hicimos absolutamente todo pero es difícil jugar cuando el otro equipo no quiere hacerlo”, lamentó el técnico español.

“Creamos bastantes ocasiones para ganar 2-0, 3-0, 4-0, pero en los últimos minutos jugamos a su ritmo y eso no es fácil porque con 1-0 no estaba sentenciado el partido”, añadió.