El tenista español Rafa Nadal se mantiene poco optimista con respecto a la vuelta de la competición, una vez lo permita la crisis del coronavirus, pero sí lleva mejor el día a día, ahora con la posibilidad de entrenar fuera de casa, y viendo partidos por la televisión aunque le cueste disfrutar sin analizarse.
"De momento no sé cuándo competiremos, veo un futuro incierto y lejos a la hora de retomar la competición. Llevamos todo este tiempo, cada vez mejor, fue un cambio muy radical, con muy malas noticias, pero con los días cada vez mejor", apuntó este miércoles en una entrevista con Teledeporte, recogida por Europa Press.
Nadal valoró de manera positiva poder entrenarse y no quiso mirar a largo plazo. "Haciendo mis trabajos en casa y ahora hasta hace bien poco hemos podido volver a entrenar. No estoy pensando todo el día 'ahora estaría en Barcelona, Madrid o Montecarlo'. Lo importante ahora es recuperar nuestra forma de vida y después habrá mucho trabajo para recuperar en cada sector la actividad", dijo.
El campeón de 19 'grandes' repasó el Mutua Madrid Open de 2017, que emitían después en el mismo canal, en una temporada de ver partidos antiguos en la tele. "Me he estado viendo muchos partidos. Siempre es bonito, desde fuera lo veo más difícil que desde dentro. Desde fuera disfruto del tenis, valoro las cosas, aunque me cuesta un poco mirarme sin analizarme, solo disfrutando", comentó.
Sobre el torneo madrileño recordó que le tocó un debut complicado. "El primer partido fue clave. Me tocó un rival muy difícil (Fognini), había que pasar aquel partido", afirmó. Después firmó dos "grandes partidos" contra Goffin y Djokovic para llegar a la final contra Dominic Thiem.
"Del partido con Thiem recuerdo especialmente el 'tie-break' del primer set, creo que me dio el partido. Después hay que ganar, pero fue un set de mucho desgaste. Él tuvo pelotas de set y el 'tie-break' fue muy difícil", apuntó sobre aquella final que le dio su quinto título en la capital española.
Además, el balear recordó que aquel 2017 fue un año especial, porque venía de dos temporadas "complicadas". "Fue un año especial para mí porque volvía de una larga lesión y en 2015 quizá el año más complicado de mi carrera, porque sin estar lesionado no logré jugar mi mejor nivel", apuntó.
"En 2017 llevaba tres finales y gano Montecarlo. Era mi primer título, otra vez en tierra, y ganar en Madrid fue el colofón. Me dio una sensación única como es ganar en casa que echaba en falta", recordó.