Los presidentes de River Plate, Rodolfo D'Onofrio, y de Boca Juniors, Daniel Angelici, se mostraron este sábado avergonzados por los incidentes que terminaron con la postergación para el domingo de la superfinal de la Copa Libertadores de América-2018.
"Es un día muy triste, son unos pocos inadaptados que hay en todos los clubes, esto nos tiene que avergonzar como sociedad y que por esos tengas que reprogramar un partido tan importante me da mucha tristeza", dijo Angelici.
De su lado, el presidente de River pidió que las autoridades "encuentren a estos quince tipos, que estén presos porque no puede ser que los millones que en Argentina y en el mundo querían ver este partido se lo estropeen".
El micro que trasladaba a los jugadores de Boca recibió una lluvia de piedras por parte de simpatizantes de River cuando se acercaba al estadio Monumental.
Los vidrios estallaron causando heridas a varios jugadores, en tanto los gases que utilizó la policía para dispersar a los atacantes terminaron afectando a los jugadores que sufrieron vómitos, irritación ocular y reacciones alérgicas.
"Como argentino y como dirigente de fútbol me avergüenzo", admitió el presidente de River Plate.
Respecto a las más de cuatro horas que pasaron desde que sucedió la agresión hasta que se suspendió el partido, Angelici dijo que se debió a la complejidad de tomar esa decisión.
"No es fácil tomar la decisión cuando tenes 60.000 personas en el estadio y los derechos vendidos a un montón de países, pero primo salvaguardar las condiciones físicas y psíquicas del plantel", explicó.
Ambos presidentes acordaron a instancias de la Conmebol suspender el partido por 24 horas para jugarlo en el Monumental el domingo desde las 20H00 GMT.
"Se tomó una decisión correcta y esperamos que mañana se pueda jugar en paz", expresó D'Onofrio.