A sus 43 años, el mariscal de campo agrandó su leyenda al ganarle el duelo generacional a quien es considerado su sucesor, Patrick Mahomes, que aspiraba a sumar su segundo Super Bowl consecutivo con Kansas City.
Brady comandó la ofensiva de los Buccaneers con 201 yardas y tres pases de touchdown frente a los favoritos Chiefs, convirtiendo a Tampa en el primer equipo de la historia en ganar el Super Bowl en su propio estadio.
El ‘quarterback’ californiano completó así una de las más brillantes páginas del deporte al conseguir su séptimo triunfo en el Super Bowl, una cifra que no alcanza ningún jugador ni ninguna de las 32 franquicias de la NFL.
Los dos equipos más laureados de la NFL, con seis trofeos, son los Pittsburgh Steelers y los New England Patriots, franquicia que lideró Brady durante dos décadas hasta su marcha hace un año a Tampa.
Pocos esperaban que Brady, el jugador más veterano en ganar un Super Bowl, alcanzara su décimo partido de Super Bowl con el modesto equipo de Florida, que contaba con apenas un título (2002) y llevaba 13 años sin llegar a playoffs.
Pero Brady rápidamente conectó con sus nuevos compañeros y consiguió que saliera del retiro su exsocio en los Patriots Rob Gronkowski, a quien este domingo dio dos pases de touchdown.
La apuesta de Brady se confirmó ganadora en el Super Bowl ante los poderosos Chiefs y su mariscal de campo Patrick Mahomes, neutralizado por la defensa de los Buccaneers en la noche en que esperaba levantar su segundo título con solo 25 años.
Kansas City ni siquiera pudo maquillar el resultado y acabó una final de pesadilla sin sumar un solo touchdown.