La estatua del estelar futbolista argentino Lionel Messi fue vandalizada de nuevo en Buenos Aires, esta vez cercenada desde los tobillos, en un hecho ocurrido entre la noche del domingo y la mañana de este lunes.
Sólo quedaron los botines en el pedestal. El cuerpo yace en el suelo. El monumento de tamaño natural fue erigido en junio de 2016 después de que Messi anunciara su retiro de la selección albiceleste, decisión que revirtió para felicidad de los hinchas argentinos.
El primer ataque a la obra había sido perpetrado a principios de enero de este año. La figura fue aquella vez amputada por la mitad a la altura del torso.
El homenaje se encuentra en el Paseo de las Glorias, junto con otras estatuas dedicadas a héroes deportivos argentinos, como el veterano básquetbolista de la NBA Manu Ginóbili, el extenista Guillermo Vilas y el gran campeón de Fórmula 1 Juan Manuel Fangio.
Los vecinos de Messi no han sido inmunes a los ataques. En 2016, fue robada la raqueta de tenis de Gabriela Sabatini.