El Comité de Riesgos, la entidad encargada de analizar la sostenibilidad del sistema previsional, aprobó a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) invertir en títulos extranjeros hasta el 10 % de los ahorros de los trabajadores bajo su custodia.

El Comité es una entidad que nació con la reforma de pensiones de 2017. Está integrada por diferentes actores, entre ellos el sector trabajador. Se reúne periódicamente y en la sesión celebrada el 17 de octubre de 2018 aprobó que las AFP utilicen hasta el 10 % de los ahorros de pensiones para adquirir instrumentos del mercado internacional.

La reforma de pensiones amplió las opciones para que las AFP puedan colocar los ahorros de los cotizantes en instrumentos que generen mayor rentabilidad. De momento, la ley las obliga a utilizar hasta el 45 % de los ahorros de pensión para comprar Certificados de Inversión Previsional (CIP) al Gobierno y pueden también disponer de recursos para el sistema financiero.

La disposición aprobada por el Comité de Riesgo está por debajo del máximo permitido por la ley, explicó Carlos Pérez, representante de los trabajadores en dicha entidad. La legislación actual permite colocar entre el 10 y 30 % de los ahorros en valores extranjeros.

En el contexto de la aprobación de esta medida, el Banco Central de Reserva (BCR) presentó un estudio en el que asegura que un aumento “alto y rápido” de las inversiones en el exterior que se realizan con los fondos previsionales tendría “implicaciones en las necesidades de financiamiento interno” porque este segmento sirve de “fuente temporal de liquidez a la economía”.

El Banco Central elaboró dos escenarios para reforzar su teoría, ya que “si hay salidas de recursos para invertir en valores externos, eso puede tener una implicación en los depósitos y las inversiones locales. Dependiendo de los niveles de liquidez y la magnitud, puede crear un problema de recursos internos insuficientes”, indicó Edgar Cartagena, gerente de Estadísticas del BCR, en una conferencia de prensa ofrecida en diciembre.

Cartagena explicó que cerca del 4.9 % está invertido en valores extranjeros y si pasa al 10 % “va a significar una potencial salida de recursos de $478 millones”. Mientras tanto, en el segundo escenario se simuló que la banda de inversión es 14 % y eso equivale a $856 millones invertidos en el extranjero.

A juicio del BCR, esto es un riesgo para la liquidez del sistema financiero y conlleva a un incremento en los costos de la banca por el alza de las tasas de interés de los depósitos. La banca, indicó Cartagena, “para mantener los márgenes de intermediación”, ese aumento lo traslada a la tasa de los créditos.



Liquidez suficiente

Las conclusiones del estudio del BCR “son argumentos válidos desde el punto de vista técnico”, aseguró Pérez, pero se debe analizar “el factor importante” que radica en que el sistema financiero tiene “muchísima liquidez”. En noviembre de 2018, el coeficiente de liquidez neta – que mide la capacidad de los bancos para responder a obligaciones de corto plazo – se ubicó en 32.9 %, superando el 17 % que exige como mínimo la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF).

“En estricto rigor no debería causar un impacto en el costo de los hogares”, pues “el sistema financiero salvadoreño está muy líquido y tiene suficiente dinero para poder cubrir los requerimientos de efectivo que tiene la economía”, aseguró el también economista y asesor de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde).

Mientras tanto, la Asociación Salvadoreña de Administradoras de Fondos de Pensiones (Asafondos) aún está a la espera de conocer la norma técnica sobre el portafolio de inversiones. Con el marco legal, la inversión en títulos extranjeros será paulatina, “con base en la liquidez que dispongan los fondos”, indicó. “Mes a mes se recaudan nuevos recursos que deben ser invertidos de acuerdo a la ley, con el objeto único de obtener una adecuada rentabilidad en condiciones de seguridad, liquidez y diversificación de riesgo”, agregó la gremial.