La agencia espera que la economía salvadoreña recupere los niveles previos a la pandemia hasta 2023. Señala también que El Salvador fue el más afectado en Centroamérica por la pandemia. /DEM


En medio de negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para establecer un acuerdo, la agencia S&P Global Ratings mantuvo hoy sin modificación la calificación de riesgo soberano para El Salvador en “B-”, con una perspectiva estable.

La agencia confirmó la calificación soberana de largo plazo en “B-” y de “B” para corto plazo. En perspectiva estable, es decir, que no se esperan cambios en los próximos meses.

En la escala de la agencia, en el grupo de las “B” se encuentran las calificaciones soberanas que son altamente especulativas. Esto significa que el país es vulnerable a un incumplimiento de pago, pero el emisor tiene capacidad para cumplir con sus compromisos financieros.

En un comunicado emitido este jueves, la calificadora indicó que la perspectiva estable refleja “nuestra expectativa de que El Salvador continúe recibiendo importante apoyo externo en 2021” para hacer frente a sus compromisos en los próximos 12 y 18 meses ante una situación fiscal deteriorada.

“Esperamos que el Gobierno logre un progreso gradual en la implementación de sus planes para impulsar el crecimiento económico y fortalecer sus finanzas públicas en el largo plazo”, señaló la agencia, quien también advirtió que espera que la economía salvadoreña regrese a los niveles previos a la pandemia hasta 2023.







Una misión del Fondo inició esta semana una revisión del Artículo IV con El Salvador y negociaciones para establecer un acuerdo por $1,300 millones en la figura de Facilidad de Servicio Ampliado (SAF).

Débil institucionalidad.


S&P Global Ratings señaló que las calificaciones soberanas para El Salvador reflejan las debilidades institucionales que se han manifestado en episodios de inestabilidad política por las deficiencias en los contrapesos, los bajos ingresos y una tendencia de crecimiento económico moderada.

Esa polarización ha llevado a la “formulación de políticas a veces inadecuadas” reflejada en una fuerte dependencia del Gobierno de la deuda interna de corto plazo y que representa un “riesgo de refinanciamiento latente”.

La calificadora también reconoció que los resultados electorales favorecerán a la gobernabilidad del presidente Nayib Bukele en cuanto a la aprobación de reformas, presupuestos, nuevos préstamos y nombramientos clave como los magistrados de la Corte Suprema de Justicia.

“Sin embargo, una mayor concentración de la formulación de políticas en manos del presidente podría afectar los ya débiles pesos y contrapesos entre las instituciones públicas del país”, advierte.