Ernesto Castro, secretario privado de la presidencia y Javier Simán, presidente de la ANEP, anunciaron el establecimiento del diálogo con el Ejecutivo para reabrir la economía. / DEM


La Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) confirmó ayer la continuidad de las conversaciones con la presidencia de Nayib Bukele para iniciar un proceso ordenado de reapertura de la economía, el cual se prevé arranque en la segunda quincena de mayo.

En una conferencia conjunta ambas partes enfatizaron en que se busca iniciar un proceso paulatino de “vuelta a la normalidad”. El Salvador se mantiene en régimen de cuarentena domiciliar obligatoria desde el pasado 21 de marzo, una medida que ha buscado frenar contagios de COVID-19.

Las partes están conscientes de que el país está por entrar a la etapa más dura de la pandemia debido a un incremento de casos. Solo el domingo el Ministerio de Salud confirmó 65 nuevos casos, mientras que se confirman 13 muertes. Sin embargo, descartaron de que se esté trabajando en un cierre total del país.

“Estamos en pláticas con autoridades del Gobierno para que luego de estas dos semanas se abran las actividades económicas que puedan volver de una manera gradual y con protocolos. Los diferentes sectores que conformamos la ANEP ya hemos enviado al Ministerio de Trabajo las propuestas de protocolo para poder volver con menos aglomeraciones y con protección en los lugares de trabajo, dijo Javier Simán, presidente de la ANEP, en la que también se convirtió en su primera aparición pública en el cargo tras asumir la semana pasada y en la que se hizo acompañar del Consejo Directivo de la gremial.

Según el secretario privado de la Presidencia, Ernesto Castro, el país vive en una coyuntura que afecta a todos y por ello es necesario el consenso. “Tenemos que salir juntos, tomar decisiones juntos”, sentenció el funcionario que se hizo acompañar de los ministros de Salud, Francisco Alabí; Economía, María Luisa Hayem; Trabajo, Rolando Castro, y de la Comisionada Presidencial Carolina Recinos.

 

No habrá cierre total

Simán enfatizó que en las conversaciones no se incluye medidas de encierro total. “Nosotros hemos sido claros que nos oponemos al cierre total, en ningún decreto habla de cierre total, pero lo importante es llegar al acuerdo con el Gobierno para volver lo más pronto posible. Recuerde que la mayoría de salvadoreños se ganan el sustento al día a día. Muchos no tienen para comprar comida para 15 días”, sentenció.

El empresario agregó que si bien no avalan una iniciativa de este tipo reforzó el pedido a la población en general de que se resguarden en casa mientras se disminuye el riesgo.

“Necesitamos sacar adelante la economía, el país lo necesita. En ningún momento se plasma un cierre definitivo, toques de queda definitivos, en ningún momento”, agregó por su parte el secretario Castro quien también respalda la idea de Simán y recalca que “hay que tomar conciencia que vienen las semanas más críticas”.

Entidades como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) advierten de que los mayores impactos de los esquemas de cuarentena adoptados para frenar los contagios tienen implicaciones en la economía informal y la micro y pequeña empresa, donde hay riesgos de pérdidas de empleo, una erosión del ingreso y de provocar una agudización de los índices de pobreza.

“Necesitamos cuidar el trabajo que se ha hecho hasta ahora. Lo que vemos en la calle es como la gente a ido saliendo cada vez más y es delicado, si nos respetamos estos 15 días corremos el riesgo que se vuelva apagar el país en la segunda quincena de mayo y es lo que no queremos”, dijo ayer Óscar Picardo, investigador de la Universidad Frasncisco Gavidia.

 

Piden acelerar revisión de protocolos

La Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) pidió al Ministerio de Trabajo autorizar en la primera semana de mayo los protocolos sanitarios que les permitan estar listos cuando se autorice el reinicio de operaciones.

La medida les permitirá prepararse para rediseñar áreas de trabajo y adoptar protocolos para disminuir el riesgo de contagios de COVID-19.

Los protocolos incluyen ingreso y salida de colaboradores y visitantes, desinfección de estaciones de trabajo, maquinaria, herramientas, etc. Adaptaciones en las áreas comunes, cafeterías, aplicación de medidas distanciamiento social en todas las áreas de oficina, producción, bodega, despacho, entre otras acciones.

El aval servirá para comenzar a dirigir presupuestos para las inversiones.