Termoencogibles presentó su proyecto de reducción de desperdicios de una máquina selladora. / Diego García


La Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) entregó ayer a 12 empresas la Certificación a las Mejores Prácticas Empresariales (MPE) por contar con proyectos que promuevan el desarrollo económico y social de El Salvador.

El proceso para obtener la certificación inició en marzo pasado, incluye capacitaciones para mandos medios y ejecutivos de las empresas. Cada institución empresarial presentó un proyecto y los certificadores de la ASI supervisaron en las plantas de cada negocio el desarrollo del mismo.

“La ASI trata de apoyar a las empresas con mejores prácticas empresariales. Nos referimos a tratar de encarrilar a todas nuestras empresas en el fiel cumplimiento de la ley, tanto laboral como cumplir con temas del Seguro Social, ser cuidadosos con el medio ambiente y tratar de convivir armoniosamente con el equipo de trabajo”, manifestó Eduardo Cáder, presidente de la gremial.

En este proceso pueden participar pequeñas, medianas y grandes empresas del rubro de industria y cuyas operaciones estén legalmente constituidas en El Salvador.

La certificación se extiende a empresas que mantengan sus procesos productivos basados en prácticas empresariales integrales y medibles a través de seis criterios del modelo de gestión.

La ASI consideró y asesoró a las empresas con principios basados en la transparencia empresarial, ética, compromiso, responsabilidad y liderazgo.

Por ejemplo, agregó el líder de la gremial, uno de los proyectos certificados es de la empresa Termoencogibles S.A. de C.V. denominado “Reducción de desperdicios de selladora rolobag B2C”, el cual consiste en recuperar el sobrante de una máquina que elabora bolsas plásticas.

“Hay un beneficio económico a la hora de recuperar para reciclar, también eso representa una buena medida de carácter ambiental para que el plástico no sea desechado, sino que sea reciclado y reusado”, explicó.

Por el lado de los criterios, la ASI consideró el cumplimiento de leyes, transparencia y ética empresarial, bienestar laboral y desarrollo del personal. Además, evaluó la innovación y mejora continua, administración del riesgo y compromiso social.

También se consideró la aplicación de criterios contenidos en la Política Industrial, adoptados en los Estándares Éticos del sector salvadoreño.