El consorcio familiar salvadoreño Rodifa S.A. de C.V. inauguró este jueves el complejo turístico Acantilados, construido sobre la escarpadura de la zona costera salvadoreña, en La Libertad.
El proyecto, ubicado en el kilómetro 41 y medio de la Carretera del Litoral, requirió una inversión de $5 millones y cuenta con un área de construcción de 5,000 metros cuadrados y un parqueo con espacio para hasta 300 vehículos.
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Blanca Orellana de Martínez, gerente general de Acantilados, aseguró que "esta inversión 100 % salvadoreña busca apostar no solo por la zona costera y La Libertad, sino por ser un polo de desarrollo para el país".
El complejo se encuentra a unos 40 kilómetros de San Salvador y menos de 35 desde el Aeropuerto Internacional Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez. Su puntuación en el sitio metabuscador de viajes Booking.com es de 9.6 de 10, uno de los mejores para los alojamientos situados en la costa salvadoreña. En TripAdvisor tiene 4 de 5.
El complejo cuenta con siete niveles, distribuidos en un hotel boutique, salones de conferencia, restaurantes y piscinas. El hotel, con un diseño minimalista, tiene 19 habitaciones temáticas de tipo sencilla, doble e imperial, disponibles en tres diferentes diseños: Bahía, Arrecife y Acantilados. Todos los cuartos tienen vista al mar y las amenidades de cualquier hotel de ciudad, explicó Orellana.
El área de entretenimiento incluye además dos piscinas de agua salada y una "infinity pool", un voladizo elevado sobre el mar. Dentro del complejo hay dos restaurantes: Fausto, una fusión gastronómica entre cocina salvadoreña y peruana, con capacidad para atender a más de 300 personas, con un bar de mixología incluído. Además, está el café tradicional Casco, que ofrece comida típica elaborada con piedra, barro y platillos de origen natural.
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