La agroindustria azucarera es de los pocos sectores de la economía que han reportado crecimientos durante los primeros dos trimestres de 2020. / DEM


El Salvador comenzará en noviembre con la zafra 2020-2021 y el sector aspira a que la producción sea similar a la del ciclo 2019-2020, cuando se logró un nuevo récord con poco más de 17 millones de quintales.

Óscar Orellana, presidente de la Asociación de Productores de Caña de El Salvador (Procaña), explicó a Diario El Mundo que hay optimismo en el sector debido a las previsiones iniciales para la cosecha, que arrancará el próximo 16 de noviembre, debido a la abundante temporada de lluvias y a los bajos impactos en las zonas de cultivo.

El líder del gremio de productores dijo que aún falta hacer algunos recorridos por las plantaciones, pero que hay esperanzas de que se logren incrementos tanto en la cantidad de caña como en la de azúcar. “¿Qué tanto?, todavía no lo podemos decir”, valoró.

El sector, sin embargo, resiente una leve baja en el consumo interno, la cual es asociada con el efecto de la pandemia del covid-19 en la economía, una situación sanitaria que también modificó los protocolos para proteger a los jornaleros que se dedican a la corta de caña entre noviembre y marzo de cada año y a quienes ya comenzaron a capacitar para un reinicio de labores seguras.

 

China es el mayor comprador

En el último ciclo del sector (de noviembre 2019 a marzo 2020), Asia se consolidó como el principal destino de la producción azucarera de El Salvador.

Julio Arroyo, director ejecutivo de la Asociación Azucarera de El Salvador (AAES), explicó que este año el 65 % de las exportaciones tuvo como destino a tres grandes mercados asiáticos: China, Corea del Sur y Taiwán.

China compró 182,500 toneladas métricas de azúcar a granel, mientras que Corea alcanzó las 114,055.

En el tercer puesto figura Estados Unidos con 59,169 toneladas a granel y 45,173 de azúcar refinada, mientras que Taiwán, en el cuarto lugar, representó ventas de 34,000 toneladas de azúcar cruda a granel y 19,050 en toneladas de azúcar cruda en sacos.

El segundo destino (Corea del Sur) se consolidó como tal tras la entrada en vigor del acuerdo de libre comercio, mientras que China sigue incrementando las compras de edulcorante salvadoreño pese al bache registrado el año pasado.

“Entre China, Corea y Taiwán representan el 65 %” de las exportaciones, dijo Arroyo, que destacó que en este comportamiento influye, en parte, la caída de la producción tailandesa.

“Tailandia, que es un gran productor en Asia, ha tenido malos años de producción y se han abierto oportunidades para nosotros”, valoró el ejecutivo que también destaca el peso de las exportaciones a Estados Unidos donde las ventas se logran bajo el Tratado de Libre Comercio y las cuotas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

“La demanda asiática ha logrado desbancar las ventas a mercados tradicionales para la producción agroindustrial salvadoreña como Estados Unidos, un destino que sigue siendo relevante por su continuidad”, concluyó Arroyo.

De acuerdo con datos del sector, las exportaciones de azúcar de El Salvador alcanzan los $200 millones y es uno de los pocos rubros que se ha mantenido activo y con crecimientos durante la emergencia sanitaria por el covid-19.

La zafra estaba a pocas semanas de terminar cuando se activaron las cuarentenas (en marzo), pero el rubro siguió con la cosecha en las plantaciones y el flujo comercial se mantuvo atendiendo las medidas sanitarias correspondientes.

 

Panorama del sector



  1. Lluvias


De acuerdo con Procaña, la temporada de lluvias benefició las plantaciones y que los impactos iniciales de las tormentas tropicales Amanda y Cristóbal no generaron mayores problemas al rubro. Sin embargo, dijo que algunos sectores en la zona costera sur ya tienen exceso de agua.

 

  1. Bioseguridad


La agroindustria adoptó las medidas de bioseguridad y no reporta riesgos de contagio. Los ingenios han mantenido arriba la guardia y se descarta incidencia de casos. Los frentes de corta ya se están preparando y tomando medidas como transportes a mitad de capacidad, entre otras.

 

  1. Delincuencia


Uno de los problemas que enfrenta el sector durante las temporadas de corta de caña es la delincuencia y han optado por contratar al personal para los frentes de roza con personas de la misma zona y evitar que los jornaleros no provengan de otras áreas se generen riesgos.