Con el inicio del evento futbolístico más importante a nivel internacional, la Copa del Mundo, ciudades enteras de todo el globo se paralizan para seguir de cerca a las 32 selecciones que aspiran al máximo título deportivo. El Salvador y Centroamérica no son la excepción: a partir del 14 de junio, los empleadores enfrentarán el reto de mantener la motivación y la productividad de sus empleados, asegura la firma BDS Asesores.

El efecto paralizador del Mundial, la principal tendencia comercial y el mayor tema de conversación, también tiene sus implicaciones en el mundo Laboral. Según BDS, el evento podría llevar a que varios trabajadores de la región opten por reportarse como enfermos o ausentarse sin una justificación debida, afectando las metas de producción de las compañías centroamericanas.

Jaime Solís, socio de BDS y experto en derecho laboral, estimó que el Mundial de Rusia 2018 podría provocar que las ausencias laborales y el abandono de trabajo aumenten considerablemente, tal y como sucedió en el Mundial Brasil 2014.

“Entre nuestros clientes, en ese entonces, se vieron incrementadas de un 20 a 30 % las incapacidades y ausencias (presentadas por trabajadores). Realmente es muy frecuente y podría repetirse”, afirmó.

El experto señaló que los horarios de los partidos coinciden en su mayoría con la jornada laboral en la región, pues transcurrirán desde temprano, a las 6:00 de la mañana, hasta horas del mediodía.

Esto, aseguró, no impedirá que la mayoría de los fanáticos quieran seguir de cerca los encuentros, especialmente aquellos en los que participen sus selecciones favoritas.

“Año con año, muchas personas comienzan a reportar incapacidades, ausencias sin motivo, o llegadas tarde a sus trabajos”, debido a la fiebre mundialista, explicó Solís.

 

¿Oportunidad?

Ante este panorama, la recomendación del experto es convertir el evento en una oportunidad para mejorar la motivación y el compromiso del trabajador con la empresa, a través de la flexibilidad.

Países como Costa Rica, afirmó, han optado por ser más flexibles en sus normativas internas para conceder la transmisión de los partidos en horarios laborales a cambio de metas.

Esta decisión permitió que, en el mismo día del partido de Costa Rica contra Italia en 2014, dichas empresas experimentaran el pico de productividad más alto ese mes.

“Es una cuestión de imponer objetivos, acompañado con una normativa clara. Todo dependerá de qué tan flexible puede ser la empresa, según su naturaleza”, agregó.