Banco Agrícola ganó el premio Marca Positiva, de Fundemas, por su programa Manos Unidas por El Salvador. / DEM


El programa social Manos Unidas por El Salvador, que ejecuta Banco Agrícola representa una inversión superior a los $4.1 millones, que se han destinado a actividades que contribuyen con el desarrollo humano y a la construcción de obras físicas en 84 municipios del país, destacó Mariela Franco, jefa de Desarrollo Sostenible de la institución financiera.

Este proyecto de Banco Agrícola fue galardonado la noche de este miércoles con el reconocimiento Marca Positiva, que desde hace cuatro años entrega la Fundación Empresarial por la Acción Social (Fundemas), para premiar a las empresas con buenas prácticas de Res­ponsabilidad Social Empresarial (RSE) y sostenibilidad.

Manos Unidas por El Salvador funciona con el apoyo financiero directo del banco y de asociaciones de salvadoreños en el exterior, en particular de Estados Unidos. Desde que se lanzó en 2004 se han invertido $4.1 millones, de los cuales $2.8 millones fueron aportados por la institución y el resto, unos $1.3 millones, corresponden a donaciones de la diáspora.

Durante esta década, dijo Franco, se han beneficiado a más de 212,900 personas con 275 proyectos de desarrollo del tejido social en 84 municipios en El Salvador, donde contaron con el apoyo de 140 comunidades de salvadoreños en EE.UU.

“Hace tangible el compromiso de Banco Agrícola con la comunidad al realizar una inversión social que genera impacto positivo con las diferentes actividades, que buscan mejorar la calidad de vida de las personas”, agregó la ejecutiva del banco.

Manos Unidas se ejecuta a través de dos componentes. El primero interviene en el desarrollo humano con actividades para mejorar las habilidades para la vida, talleres de educación financiera, gestión ambiental, así como un plan de gestión y administración. También se apoyan iniciativas productivas con un laboratorio de ciencia para probar los productos fabricados por los emprendedores.

La segunda intervención se basa en trabajos físicos, como el mejoramiento y construcción de laboratorios de ciencia, aulas de tecnología e inglés, además de proyectos para techar áreas de uso múltiples o salones.

Entre las instituciones que apoyan al programa está la Sociedad Internacional para el Mejoramiento de Atiquizaya (SIMA), cuyo presidente, Ernesto Somoza, manifestó que “estando en los Estados Unidos surge una visión en donde se tiene la oportunidad de ver la realidad en un poquito nivel más alto y se hace más factible buscar esas actividades”. SIMA tiene 23 años de fundación y surgió como iniciativa de salvadoreños en Estados Unidos luego que una familia no pudiera pagar el envío de una persona fallecida al país de origen.