El organismo financiero presentó este miércoles su última edición de las Perspectivas Económicas Mundiales (GEP, por sus siglas en inglés), un informe que revisa a la caída el dinamismo de las economías avanzadas al 1.4 % para 2020 mientras que los mercados emergentes y en desarrollo se acelerarían al 4.1 %.
Para El Salvador se calcula que la economía nacional crezca un 2.5 % en 2020, una proyección similar al dinamismo esperado por el Banco Central de Reserva (BCR) y quien, al igual que el Banco Mundial, considera que el principal riesgo para el país es la agudización de los conflictos comerciales.
El pronóstico del Banco Mundial no muestra cambio al anunciado en octubre de 2019, y mantiene que la economía nacional avance un 2.4 % al término de 2019 y crezca una décima adicional para 2020 a 2.5 %. Aún así, las proyecciones del organismo internacional y las del BCR son más altas frente al 2.3 % que prevé la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Según el Banco Mundial, El Salvador y Costa Rica mostrarían el mismo dinamismo (el 2.5 %) para 2020 y serían los países con los crecimientos más bajos en la región centroamericana. Se ubicarán adelante de una contracción de -0.5% esperada para Nicaragua, pero atrás del 3 % previsto para Guatemala, y un 3.5 % para Honduras. Panamá, en cambio, será la economía con mayor avance y podría crecer un 4.2 % este año.
Riesgos latentes
Las economías de América Latina y el Caribe cerraron 2019 con una desaceleración marcada y se ubicó en 0.8 %, esto debido a un menor ritmo de las exportaciones por un aumento en las discusiones comerciales entre Estados Unidos y China. Se espera que este mes ambas naciones firmen la primera fase de un acuerdo que pondría cese a la escala de aranceles vista en los últimos dos años.
El Banco Mundial señaló que para este año la región latina mantenga un avance “tenue” por el orden del 1.8 %, condicionado a que las economías más grandes consoliden su crecimiento y aumenten la demanda interna de bienes. Sin embargo, sumó, “continúa expuesta” a riesgos que deterioren de nuevo el dinamismo económico.
“Una mayor desaceleración del crecimiento en China, en caso de que vuelvan a agravarse sus disputas comerciales con Estados Unidos, podría someter a la región a consecuencias negativas adicionales a través del comercio, los precios de los productos básicos y los canales de confianza”, añadió el banco.
No ajeno al comportamiento de la economía estadounidense, explicó, si muestra un avance más lento podría construir “un obstáculo” para los países que dependen de Estados Unidos.