Aunque “en economía uno no puede cerrarse a escenarios”, explicó el funcionario, el Gobierno de Nayib Bukele “en modo alguno está plantéandose una situación de desdolarizar la economía”, debido a las ventajas que supone a nivel competitivo tener una moneda “más robusta”.
La dolarización, que entró en vigencia en enero de 2001 con la Ley de Integración Monetaria, quitó al BCR su atribución como emisor de moneda y prestamista de última instancia, y trasladó a la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) el poder de controlar la tasa inflacionaria de la economía nacional.
Para el funcionario, “dependerá de las circunstancias” que el Gobierno considere, en su momento, una vuelta a la moneda nacional; lo cual podría fortalecer la capacidad de pago de El Salvador, sobre todo en la deuda de pensiones.
A pesar que “tenemos que resolver ese tipo de situaciones que pudieran poner en una condición de riesgo sistémico el estado financiero del país”, explicó, las medidas no pueden generar un impacto negativo como el que ocasionaría abandonar el dólar.
“Queremos dar los mensajes de estabilidad al sector productivo para estimular el apetito por la inversión y mantener las reglas del juego”, aseguró Paredes.
Dentro de las ventajas de tener una economía dolarizada, según el presidente del BCR, está tener la tasa de inflación más baja de América Latina, que actualmente ronda 0.8 %.
Además, destacó que más de 3 millones de salvadoreños residentes en Estados Unidos ya no deben pagar comisión por el cambio de dólar a colón para enviar remesas al país; por lo que se ahorran el costo de la transacción.
Perfil: Carlos Federicoi Paredes
Es Licenciado en Economía de la Universidad de El Salvador. Posee una Maestría en Administración Financiera de la Universidad de El Salvador y ha recibido diversos cursos, como un Diplomado de la Universidad de Leipzig y del Instituto Superior de Economía y Administración de Empresas (ISEADE) en Innovación Orientada a Mercado. Se desempeñó en Proesa durante el Gobierno anterior.