En los últimos 20 años, las diferencias de género relacionadas con el trabajo no han experimentado una mejora significativa en el mundo, revela un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

La brecha existente entre las tasas de empleo de los hombres y las mujeres, según el estudio, ha disminuido menos de dos puntos porcentuales en dos décadas. Un futuro del trabajo en el cual las mujeres ya no estén rezagadas con respecto a los hombres puede ser una realidad, “pero es necesario dar un gran salto”, según el estudio titulado “Un paso decisivo hacia la igualdad de género: Para un mejor futuro del trabajo para todos”, publicado hoy, en el Día Internacional de la Mujer.

Según el informe, en 2018, un 71.4 % de hombres a nivel global tenía un empleo, frente a un 45.3 % de mujeres, dejando una diferencia de 26.1 puntos. Estas cifras apenas han cambiado desde 1997, cuando la tasa de hombres empleados ascendía a un 75 % y la de mujeres a un 48 %.

Además, entre 2005 y 2015, “la penalización profesional de la maternidad”, la diferencia entre la proporción de mujeres con hijos menores de seis que trabajan, frente a las mujeres sin hijos, aumentó en un 38 %.