Las hojas de cafetos con puntos amarillos es un mal augurio para los cafetaleros, pues significa que el hongo de la roya comienza a expenderse en las fincas. La Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal) asegura que si los productores no aplican fungicidas dentro de un mes la plaga será difícil de controlar.
La gremial advirtió en junio pasado que tras el paso de la tormenta tropical Amanda se incrementaba el riesgo de un brote masivo de este hongo por el cambio drástico de las temperaturas en el suelo. Ayer, en una publicación en su cuenta de Facebook advirtió que en las fincas "ya se observa el proceso infectivo de la roya".
Los síntomas de esta enfermedad aparece en el envés de las hojas, donde se observan manchas color amarillo pálido. Dentro de un mes, la enfermedad se desarrollará y podría ser un ataque, por eso "es urgente la aplicación de fungicidas", explicó Omar Flores, presidente de Acafesal.
"En un corto tiempo aumentará de tamaño y se unirán formando más manchas con la presencia de polvo fino amarillo o anaranjado, que será cuando se produzca significativamente las esporas del hongo", detalló al tiempo que urgió al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) entregar fungicidas a los productores para controlar este hongo.
La roya está presente en el país desde hace años y en cada ciclo es un riesgo para los productores, sin embargo este 2020 las condiciones extremas han ocasionado que la plaga pueda desarrollar con mayor agresividad. El presidente de Acafesal no prevé que la enfermedad avance como hace ocho años, en la crisis de 2012, pero sí advierte que podría "ser grande el problema" porque "hay una fuerte amenaza".
La roya del café, enfermedad provocada por el hongo Hemileia vastatrix, ocasionó que la producción de 2013-2014 cayera más de un millón de quintales al cerrar en 700,025 quintales tras años anteriores tener niveles por arriba de los 1.7 millones. La recuperación del sector fue lenta porque, a pesar que en los siguientes ciclo de siembra se entregaron plantas para renovar el parque cafetero, los productores no tenían dinero para darle tratamiento y así poco se avanzó en la recuperación de la producción.