El oleoducto de 8,000 km es el principal proveedor de gasolina de Estados Unidos y abastece a 15 estados desde Texas, al sur, hasta Nueva Jersey en el noreste. /AFP


Colonial Pipeline pagó $4.4 millones de rescate a un grupo de hackers tras un ciberataque contra la red de oleoductos que gestiona en Estados Unidos por considerar que "era lo correcto para el país", informó el miércoles el diario The Wall Street Journal.

Joseph Blount, CEO de Colonial Pipeline, dijo al periódico que el pago fue una "decisión altamente controversial" pero necesaria debido a la paralización que afectaba a esa red de tuberías clave en Estados Unidos.

Sus comentarios fueron la primera admisión pública de que la empresa pagó por recuperar el control de esa red luego de que hackers accedieran a sus servidores.

Colonial anunció el jueves que había restablecido las operaciones y las entregas de combustibles a todos los mercados tras el bloqueo registrado el 7 de mayo tras el cibertataque.

La paralización del oleoducto generó una elevada demanda de gasolina cuyo precio por galón (3.79 litros) superó los $3 por primera vez desde 2014. /AFP


La paralización del oleoducto generó inmediatamente un frenesí de compras de gasolina en el este de Estados Unidos con la consiguiente alza de precios. Para aliviar la escasez, el gobierno federal suspendió normas contra la polución del aire así como reglamentaciones sobre embarque y transporte.

Desconocidos bloquearon el viernes los servidores de DarkSide, una entidad supuestamente basada en Rusia que se dedica a extorsiones informáticas, a la que se le atribuye estar atrás de la operación contra Colonial.

Tas pagar el rescate la noche del 7 de mayo, Colonial recibió de los piratas un herramienta desencriptación. El pago fue hecho en bitcoins, según The Wall Street Journal.

Si bien la red de tuberías normalizó el suministro, el incidente le costará a Colonial decenas de millones de dólares adicionales para restaurar completamente sus operaciones en los próximos meses, dijo Blount.







Colonial Pipeline dijo el jueves de la semana pasada que había reiniciado toda su red y reanudado las entregas de combustible a todos los mercados, aunque las estaciones de servicio en la costa este aún reportaban escasez tras una ola de compras de pánico.