El Salvador es el primer país del mundo en adoptar a un criptoactivo como moneda de curso legal. La adopción del bitcoin también abre la puerta para tranzar con otras criptomonedas en el territorio.


La implementación de la Ley Bitcoin en El Salvador tiene como una de sus protagonista a Bitso, una fintech latinoamericana con sede en México, la cual funge como uno de los principales proveedores de servicios de criptomonedas y que habría gestionado al menos una de las compras de bitcoins hechas por el gobierno salvadoreño.

Hasta las 10:00 a.m del martes 7 de septiembre el Estado salvadoreño había confirmado la compra de 550 bitcoins, 400 adquiridos ayer y 150 hoy.

Bitso dijo en un comunicado que es “el principal proveedor de servicios de criptomonedas de la billetera electrónica Chivo” y estaría detrás de al menos una de las transacciones hechas ayer.

“El Salvador acaba de comprar sus primeras 200 monedas. Nuestros corredores comprarán mucho más a medida que se acerque la fecha límite”, dijo el presidente Nayib Bukele en un tuit publicado a la 1:55 p.m. al cual replicó la cuenta oficial de Bitso: “¡Gracias por su compra, Sr. Presidente!”.

A esa hora la cotización del criptoactivo se mantenía en los $51,883.07 (según datos de Coindesk.com), lo que significa que la primera compra superó el valor de los $10.3 millones.

Unicornio latinoamericano con operaciones en Gibraltar


La fintech tiene su sede en México, pero tiene presencia en los mercados de Argentina y Brasil y cuenta con más de 2.75 millones de usuarios.

Bitso destaca que sus operaciones en criptomonedas están reguladas por la Comisión de Servicios Financieros de Gibraltar. “Lo anterior implica que Bitso conduce sus operaciones apegándose a los más altos estándares de seguridad, transparencia, integridad y honestidad”, dice la firma en un comunicado.

El portal Entrepreneur.com, destacó que Bitso confirmó también que trabajará con Silvergate Bank, un banco regulado por el gobierno federal de Estados Unidos (constituido en el estado de California) para facilitar las transacciones en dólares estadounidenses, mientras que tiene interés de expandir sus operaciones en la región.
Bitso continúa creciendo en Centroamérica y Sudamérica y esta participación es un reconocimiento más de su capacidad y experiencia”, Alberto Isola, Ministro de Servicios Digitales y Financieros del Gobierno de Gibraltar

La fintech dice que su al país como proveedor de la billetera Chivo sucede como resultado de la Ley Bitcoin, la cual “ha generado una oportunidad sin precedentes para que distintos participantes de la industria ofrezcan sus servicios a la población salvadoreña”.

La tecnológica dice que “como el mayor proveedor de servicios de criptomoneda de América Latina, la presencia de Bitso era imprescindible como parte de la iniciativa que forjará un sistema financiero eficiente e inclusivo”.
Estamos entusiasmados de contribuir a esta iniciativa que busca proporcionar a los salvadoreños acceso universal al Bitcoin. En Bitso, creemos que la tecnología detrás de Bitcoin tendrá un impacto positivo en la vida de millones de personas de la región, y estamos comprometidos con hacer que sus beneficios sean útiles para los salvadoreños”, Santiago Alvarado, VP de Bitso para Negocios

La fintech fue fundada en 2014, actualmente cuenta con más de 300 empleados en 25 países y desde en mayor alcanzó el estatus de “unicornio”, es decir una valuación de mercado superior a los $1,000 millones.

Bitso destaca ademàs que es la única plataforma de criptomonedas en América Latina -y una de las pocas a nivel mundial- con licencia Distributed Ledger Technology (DLT) de la Comisión de Servicios Financieros de Gibraltar (GFSC), una agencia soberana que ha desarrollado uno de los marcos más avanzados para regular el comercio de criptomonedas.

La empresa, sin embargo, no brindó detalles de los términos del acuerdo con el Gobierno salvadoreño el cual no ha brindado detalles de los contratos firmados para el desarrollo de la aplicación Chivo Wallet, la red de cajeros o de la construcción de los “puntos Chivo” que se construyen en el país.