Según el Banco Mundial, El Salvador es la segunda economía con mejor desempeño en el istmo en 2021.


Pese a la sustancial mejora de los indicadores macroeconómicos para el cierre de 2021, la previsión para 2022 es de un regreso a un bajo nivel de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), un panorama que figura con más fuerza en los sondeos empresariales.

Según la encuesta de dinámica empresarial, que elabora la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), existe una serie de factores que debilitan la confianza de consumidores y empresarios, entre ellos los mayores costos de materias primas y productos importados.

La entidad destacó que el Índice de Confianza Empresarial (ICE) bajó 16.3 puntos tras caer de un máximo de 133.5 registrado en marzo de 2021 hasta los 117.2 que reportó en septiembre pasado, mientras que el Índice de Confianza de los Consumidores (ICC) se redujo en 22.9 puntos desde el pico de 135.2 en marzo hasta los 112.3 de septiembre.

Pedro Argumedo, economista e investigador de Fusades, sostiene que la economía comenzó a reducir su explosivo crecimiento y que las encuestas ya lo reflejan.

“Aunque al cierre de 2021 el crecimiento anual rondará el 9%, los diferentes indicadores económicos de El Salvador comienzan a mostrar la desaparición del efecto rebote y la vuelta a la normalidad de crecer al 2.5 % previo a la pandemia, tasa insuficiente para resolver los problemas de empleo y pobreza”, dijo.

Los datos dejan en relieve el desgaste “del efecto rebote” que vive la economía tras la reapertura de la actividad productiva, luego de los meses de confinamiento en 2020 para frenar los contagios de covid-19.

El consumo se ve impulsado por un flujo récord de remesas que empuja rubros como construcción.


El Banco Central de Reserva (BCR) reforzó el mes pasado que se espera que al cierre de 2021 el Producto Interno Bruto (PIB) salvadoreño crecerá un 9 %, luego de haber experimentado el año pasado su peor caída en 40 años.

Pese a un renovado dinamismo, en sectores como el industrial, el gran motor de la economía son las remesas, las cuales -entre enero y agosto de 2021- representaron ingresos por $4,901.2 millones y muestran un crecimiento de 35 % contra el mismo período de 2020.
Los empresarios prevén un desaceleramiento de la actividad y, por el lado de los consumidores, las condiciones siguen golpeadas”. Pedro Argumedo, economista de Fusades

Argumedo detalló que las previsiones de una baja en el ritmo de la economía se relaciona estrechamente con este indicador, ya que se observa una desaceleración.

En abril, los envíos familiares tuvieron una tasa de crecimiento (punto a punto) del 124.3 %, pero en agosto este descendió al 10.2 %.

Marzo de 2021 fue clave para el despegue de la economía, Argumedo destacó que antes de ese mes las expectativas de venta de las empresas eran inferiores, pero se superaron como efecto de las exportaciones y las remesas.

“Los empresarios están previendo un desaceleramiento de la actividad, pero por el lado de los consumidores las condiciones siguen golpeadas”, dijo el investigador de Fusades.

El tanque de pensamiento estima que la situación se puede revertir si se enfocan de mejor manera los esfuerzos para atraer nuevas inversiones y dinamizar el tejido productivo.

 

El dato


Las importaciones de bienes de El Salvador son afectadas por el aumento de precios de materias primas y el incremento de los costos del transporte marítimo internacional.

 

3 datos que debes de conocer



  1. Entorno


Las grandes economías del mundo vuelven a sus tasas normales de crecimiento (prepandemia) y comienzan a desmontarse las ayudas.

 

  1. Fletes caros


La economía mundial enfrenta un riesgo creciente por el alza en el costo de los fletes de la carga marítima, una crisis que no se resolverá pronto.

 

  1. Retos


Fusades insiste que el país debe salir a la caza de inversión extranjera que ayude a dinamizar la economía, algo que ya aprovecha Costa Rica.