Luego de casi tres meses de inactividad -por las cuarentenas para contener el avance del COVID-19- el sector opera aplicando nuevos protocolos para disminuir el riesgo de contagio.
Luis Dada, presidente de la Cámara Salvadoreña de la Industria de la Construcción (Casalco), explicó que el rubro busca adecuarse a la nueva realidad aplicando los procesos sanitarios que le han permitido operar sin contagios de coronavirus, pero tiene ante si un gran desafío debido a un acelerado deterioro de los indicadores claves de la economía.
El empresario anticipa que la crisis asociada a la pandemia frenará bruscamente la racha alcista que la construcción experimentaba desde 2015. Datos preliminares de la Cámara indican que el rubro reportará una caída de 14 puntos porcentuales y caerá desde el 9 % que logró en 2019 hasta -5 % previsto para 2020.
“Veníamos con un crecimiento constante y sostenido, no era muy grande, pero era alentador”, agrega José Velásquez, director ejecutivo de la gremial.
Velásquez advierte que con esta proyecciones el sector “caerá mucho más abajo de lo que hemos estado en la última década”.
Este retroceso se explica en parte por el frenazo en los planes de inversión pública programados para 2020. Debido a la magnitud de la emergencia, se estima que estos caerán de los cerca de $800 millones hasta los $200 millones.
Sin embargo, en general, el flujo de inversión pública resiente la inactividad de abril, mayo y junio. Dada reconoce que hacia futuro las cosas se complican por que hay una nota del Ministerio de Hacienda que pide que se se suspendan completamente todos los procesos de nuevas licitaciones, medida que abarcaría incluso a algunos que ya estaban adjudicados.
El presidente de Casalco hace un llamado para que el Gobierno retome la inversión pública “lo más pronto posible”, y continuar con los procesos de licitación por que destacó que la inversión pública es la que está generando la cadena de dinamismo de la economía.
El sector genera unos 25,000 empleos directos y hasta 200,000 indirectos, pero se teme que por la pérdida de dinamismo la cadena resienta la pérdida de unos 23,000 empleos.
Privados tendrán retrasos
Dada explica que los grandes proyectos privados que se ejecutan en el Gran San Salvador ya retomaron actividades, pero reconoce que habrá retrasos en las entregas de las obras.
“Todo va a tener retraso por que los proyectos que se iban a entregar, por ejemplo, en junio llevan atraso de tres meses (...) los plazos de muchos proyectos se van acorrer”, explicó Dada que reconoce que no solo afecta el tiempo cerrado, sino el invertido en la readecuación y de un cronograma paulatino de incorporación de mano de obra.
El presidente de Casalco reconoce que no esperan que las actividades retomen un 100 % para beneficio de los trabajadores a quienes están proveyendo de insumos para la operación segura. “No recomendamos (trabajar al 100 %) por que se necesita dosificar y llevar un buen control de los consumos de todos productos de bioseguridad para nunca quedarte sin producto, por que ese día, esa obra se tiene que cerrar”, sentenció.