La crisis provocada por la pandemia del covid-19 agudiza el déficit de empleo en la economía salvadoreña.
De acuerdo con un análisis de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), los recortes de personal de los últimos meses y sumado con la demanda insatisfecha de oportunidades para más de 55,000 personas que ingresaron a la actividad productiva en 2019, se eleva a más de 127,000 al número personas en busca de empleo.
“Esto nos debe de llevar a tener grandes acuerdos para paliar esta situación tan negativa”, enfatizó Pedro Argumedo, economista senior de Fusades, que consideró que es un momento de oportunidad para hacer las cosas diferentes y pasar a formar un gran acuerdo orientado a un enfoque como “plan Marshall”, de reconstrucción de la economía.
Destacó que una economía debe satisfacer las necesidades de la población y que ahora por la crisis y la pérdida de 72,028 empleos (según el registro del Instituto Salvadoreño del Seguro Social) el índice de empleos ha regresado a niveles de 2013.
Durante el período 2010 a 2019, el incremento del empleo fue insuficiente, por la alta incertidumbre en esa época, provocó caídas en la inversión privada y, por ende, poco empleo nuevo del sector privado. Lo que está sucediendo en 2020 es una debacle social, que puede ser superada más velozmente si la sociedad se une para reconstruirse”.
Análisis de Fusades.
Fusades destacó que la generación de empleo formal ha sido insuficiente en la última década y resaltó que en 2019 la creación de oportunidades alcanzó las 16,100 plazas, muy por debajo de las 55,360 necesitadas.
“Durante el período 2010 a 2019, el incremento del empleo fue insuficiente, por la alta incertidumbre en esa época, provocó caídas en la inversión privada y, por ende, poco empleo nuevo del sector privado. Lo que está sucediendo en 2020 es una debacle social, que puede ser superada más velozmente si la sociedad se une para reconstruirse”, destacó la institución.
De lo contrario, indicó, se anticipa un 2021 con reclamos por falta de políticas económicas y sociales y una presión que puede desembocar en nuevas oleadas de migración ilegal a Estados Unidos.