La venta al detalle ya sufre los efectos de dos meses de cuarentena y de una restricción cada vez mayor para la producción y distribución de productos catalogados como no esenciales, pero populares.

El inventario de bebidas gaseosas, cervezas y boquitas ha sido el primero en disminuir por la prohibición expresa de su fabricación y distribución, la cual fue establecida en los decretos ejecutivos que habilitan el endurecimiento de la cuarentena y que ha representado un duro golpe para la industria nacional, pero las medidas comienzan a afectar a otros productos de las categorías de higiene y cosmética.

Sonia Jule de Rivera, directora ejecutiva de la Asociación de Distribuidores de El Salvador (ADES), confirmó que el suminitro de productos de primera necesidad se mantiene -como cereales, leche y carnes-, pero sostuvo que el riesgo está latente. “No hay desabastecimiento, pero no sería correcto decirle que no hay riesgos”, puntualizó.

Jorge Hasbún, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal), explicó que artículos de higiene y conservas comienzan a disminuir. “Hay varios productos enlatados que no hay, como se han prohibido (...) basta darse una vuelta por el supermercado para buscar lo que uno usualmente compraba para ver que hay desabastecimiento”.

La semana pasada Diario El Mundo buscó conocer más al respecto con las dos mayores cadenas de supermercados, pero declinaron de ofrecer información. Sin embargo, se constató sobre una tenencia a la baja de algunos productos y de sustitución de otros por marcas propias o no del todo habituales para la plaza.

Federico Hernández, director ejecutivo de la Camarasal, dijo que esta tendencia no solo se limita a las cadenas y establecimientos grandes, hay otra serie de productos como frutas y verduras en los mercados que también han sido golpeados por la situación, pero con un alza de precios. “En parte el tema de importación afecta a muchos de estos productos y ya en el mercado se está viendo un alza”, recalcó.

Impacto de largo plazo

Hernández insistió en que la prohibición en la producción de artículos nacionales -como snacks y bebidas- en este período tienen efectos de más largo plazo, ya que los cierres abruptos producen un golpe en los flujos de caja de las industrias en parte por la imposibilidad de exportar.

“El impacto se mantiene en el tiempo y a veces alguien puede decir de manera simplista: ‘voy a cerrar esta empresa que fabrica ‘churritos’ por que no produce un bien esencial’, pero lo que no contempla la medida es que cuando se cierra se pierde contratos de exportación que eventualmente van a repercutir en su flujo de caja y será insostenible que siga con su misma planilla”, sentenció.



 

Deterioro de la actividad empresarial

 

Impacto

De acuerdo con una nueva encuesta de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal), los esquemas de cuarentena implementados para frenar la pandemia de COVID-19 han descapitalizado al 94% de las empresas locales.

 

Pérdidas

La encuesta, desarrollada entre el 19 y el 28 de abril de 2020, tiene como base una muestra de 467 empresas, las que representan al 21% de la membresía de la gremial.

Reportan pérdidas de $64 millones, solo en el último mes.

 

Paralización

Junto con la caída de los ingresos por venta, durante el periodo que lleva de emergencia, el 50% de las micro, pequeñas y medianas empresas reporta la reducción de operaciones y problemas para mantener el flujo de caja.

 

Restricción

El Decreto Ejecutivo No. 24 ordenó la parálisis de la industria de bebidas, menos el agua embotellada, y el de snacks. Estas medidas fueron ratificadas en el Decreto Ejecutivo No. 26. Esta medida les impide exportar sus productos.