El Consejo Salvadoreño del Café (CSC) alista una propuesta para promocionar el café en el mercado exterior así como el consumo interno, como medida para revertir parte del impacto ocasionado en el sector ante la pandemia del nuevo coronavirus.
Si bien este sector tiene permitido mantener operaciones durante la pandemia, gran parte de la cadena de suministro se ha visto afectada por la caída de consumo y restricciones de movilidad. Los productores incluso han advertido que esta crisis afectará aún más la productividad, ya lacerada por los bajos precios internacionales, la insolvencia financiera y los efectos del cambio climático.
Lily Pacas, directora ejecutiva del CSC, detalló que junto a Cancillería se prepara una propuesta de promoción del café a través de los diplomáticos de El Salvador en el exterior para que “ellos sean nuestros embajadores” en el mercado internacional.
Para el mercado interno se elabora una propuesta para promover que “los salvadoreños consumamos mejor y más café”. Pacas indicó que por hoy se reúnen insumos con las cafeterías de cafés especiales –uno de los rubros más afectados por la crisis- para buscar alternativas de reactivación durante y después de la crisis.
“Los salvadoreños ya tomamos café, sin embargo no todo el café que tomamos es café salvadoreño (…) El tema de consumo interno, apoyo a lo local, concientización de apoyarnos localmente con los productores, tostadores y las cafeterías es un proyecto ambicioso”, indicó la ejecutiva al advertir que los detalles de esa estrategia aún se encuentra en elaboración.
La institución tiene además en su radar renovar la marca del café de El Salvador y recuperar la iniciativa de Café Proyecto País, que se comenzó a elaborar con el sector desde 2019 pero debido a la pandemia se ha “retrasado un poco”. “Estamos buscando diferentes alternativas de apoyo al caficultor y a todos en la cadena para que la caficultura no pare y no muera”, sumó Pacas.
El sector ha manifestado en diferentes ocasiones que la crisis de la caficultura amenaza con reducir la producción de café a niveles de hace 100 años y generar desempleo para más de 15,000 colaboradores. Entre sus peticiones está la reestructuración de la deuda de los productores, renovar el parque cafetalero, créditos blandos y promover el consumo.
Café de excelencia
Pese a la pandemia, el Consejo mantendrá el certamen de Taza de Excelencia porque “hemos visto los beneficios que tiene para los pequeños y medianos productores”, aseguró la directora ejecutiva de la institución. Esta competencia se realiza en El Salvador desde 2006 por un acuerdo suscrito con la Alianza por la Excelencia del Café (ACE, por sus siglas en inglés), administradora del programa.
El programa se anunció en enero pasado, pero debido a la declaración de emergencia por el COVID-19 se dieron prórrogas para iniciar con la fase de recolección de muestras hasta la semana del 4 al 8 de mayo tras sostener pláticas con los productores, quienes, aseguró la directora, se mostraron a favor de no cancelar el certamen.
Para el certamen de 2020 se han recibido 130 muestras de café, dos adicionales frente a las 128 inscritas en 2019. Usualmente la ACE enviaba delegados para formar parte y supervisar del jurado nacional, que es el primer filtro para la selección de los cafés participantes.
Este año, sin embargo, el acuerdo con la Alianza es que el Consejo traslade las muestras electas a los centros habilitados por la institución para la selección de los cafés ganadores. “Vamos viviendo el día a día”, aseguró Pacas pero “tenemos el compromiso” de concluir el certamen.
Clasificación de muestras en certamen
Variedad
El CSC indicó que del total de muestras de café participantes, 36.9 % corresponde a la variedad de pacamaras, un 27.7 % a bourbon y un 4.6 % de pacas. También participan con Kenya, en un 3.8 %, entre otras.
Proceso
El 33 % de las muestras participantes del certamen Taza de Excelencia es lavado, un 19 % honey y un 39 % natural. El 5 % corresponde a natural anaeróbico y 3 % semilavado, indicó el Consejo Salvadoreño.
Procedencia
Sumó que el 27.7 % de las muestras procede de Santa Ana y 22.3 % de Ahuachapán. El 14.6 % de Chalatenango, un 13.1 % de Sonsonate, y 7.7 % de La Libertad, además de un 5.4 % de Usulután y 5.4 % de San Miguel.