Agricultores temen no poder sembrar arroz este invierno por retrasos en los pagos de la producción vendida el año pasado.
Ever Ochoa, productor de Zapotitán, La Libertad, explicó que varios agricultores de la zona han suspendido los trabajos para la cosecha 2021-2022 debido a los retrasos de hasta 10 meses en el pago de la siembra vendida a los molinos el año pasado.
Ochoa, que asegura que los productores están dispuestos a cerrar las calles para ser escuchados por el Gobierno, dijo que seis molinos arroceros no han pagado cerca de 750,000 quintales de este grano comprados durante 2020 alegando que el Gobierno se comprometió a apoyarles a través de un crédito con el Banco de Desarrollo de El Salvador (Bandesal), pero no se ha hecho efectivo y eso les dificulta cumplir con sus compromisos.
“Nosotros vivimos de la agricultura. Hay gente que ha perdido de sembrar porque no se les ha pagado su arroz desde hace 10 meses”, dijo Ochoa.
El productor destacó que la “industria (arrocera) ha sido afectada” porque no ha podido vender luego que se incrementaran las importaciones de arroz durante 2020, una medida que el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) defendió por la pandemia del covid-19 y para entregar los paquetes alimenticios.
“Llegamos a un punto el año pasado en que no habían órdenes por la industria porque el Gobierno importó arroz, pudiendo comprar ese arroz en Zapotitán. Pero lo que hizo más es traer de otros lados, de Nicaragua o Estados Unidos, inundó de arroz y los industriales no pudieron vender”, reclamó el productor.
Importaciones.
El incremento de importaciones fue uno de los principales reclamos de la Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Campo) durante 2020, quien aseguraba que la producción nacional no podía competir con los bajos precios de los granos importados –al venir con beneficios arancelarios- y generaba pérdidas al sector.
El Banco Central de Reserva (BCR) reporta que las importaciones de arroz llegaron a $45.05 millones en 2020, unos $15.4 millones adicionales (52.2 %) contra los $29 millones de 2019.
La entidad reporta que entre enero y mayo de 2021, se han importado $13.8 millones en arroz, $2.7 millones menos que el mismo período de 2020.
En Atiocoyo también se deja de sembrar.
En Atiocoyo sur, en La Libertad, también hay productores que han decidido no sembrar este año porque no ya no son sujetos de crédito del sistema financiero. Un agricultor de la zona, que prefirió no se publicara su nombre en este artículo, aseguró que un 70 % de los arroceros ha dejado de cultivar por retrasos en pagos de los compradores.
“Nuestros productores lo que han hecho es cesar la siembra. Son pocos los que se arriesgan, la mayoría de gente está con los brazos cruzados porque prefieren perder haciendo nada que vender el producto y no se los paguen, porque el banco no deja de cobrarles”, manifestó.
CAMPO prevé que se inviertan $10.8 millones en el cultivo de 807,500 quintales de arroz en la siembra 2021-2022. La cantidad, en tanto, no es suficiente para satisfacer la demanda nacional. |