El 75 % del cultivo de maíz se da en la primera siembra, de mayo a junio de cada año. /DEM


El ciclo agrícola en El Salvador marcha a buen ritmo, aseguró ayer la Asociación Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Campo) al informar que solo durante la primera siembra del período 2020-2021 la producción de maíz aumentó 717,403 quintales.

En El Salvador, la primera siembra -o también conocida como primavera- comienza con el invierno de mayo a junio, la segunda ocurre de agosto a septiembre y la tercera es de noviembre a diciembre. En tanto, la mayoría de la producción nacional se comercializa en el mercado hasta el siguiente año, así lo producido en 2020 se venderá en 2021.

A diferencia de años anteriores que durante la primera siembra se presentaban sequías, este 2020 el invierno ha sido constante y ha permitido que los cultivos sembrados en cerca de 355,500 manzanas den resultados positivos con una producción de 16.31 millones de quintales de granos básicos, esto es el 59 % de lo esperado en 27.59 millones de quintales.

Luis Treminio, presidente de Campo, explicó que solo de la primera siembra se obtuvieron 15.75 millones de quintales de maíz, esto equivale al 75 % de los 21 millones de quintales esperados para el ciclo 2020-2021.

Lo producido hasta ahora refleja un incremento de 717,403 quintales de maíz frente a los 15.03 millones de quintales obtenidos en la primera temporada de 2019-2020, un 4.5 % de crecimiento. Este aumento responde precisamente a que durante los primeros meses del invierno del año pasado se registraron períodos de sequías débiles y afectó la productividad de las plantas.

Al menos el 20 % del cultivo de frijol se da en la primera temporada y el 80 % de agosto a diciembre. Campo indicó que hasta el momento los agricultores reportan 560,000 quintales mientras que 75 % se encuentra ya sembrado, y si al final del invierno no se presentan temporales la producción de este grano llegaría a 2.8 millones.

En tanto, los productores se encuentran en proceso de sacar los cultivos de arroz y de sorgo, granos en los que Campo prevé una producción de 799,000 en arroz (granza) y tres millones en sorgo (maicillo).

Treminio enfatizó que, pese a los daños en los cultivos por el paso de las tormentas Amanda y Cristóbal, el sector de cereales aseguraría el suministro de los granos básicos para 2021 por lo que pidió que el Ejecutivo se contenga a importar pues esto ocasiona que al existir exceso de oferta el precio del producto nacional se cae y no responde a costos de producción.

“No puede seguirse promoviendo las importaciones de granos básicos para el consumo humano. Al contrario, se debería promover e incentivar la producción nacional para sí garantizar la seguridad alimentaria”, indicó Treminio.