Se conoce como déficit fiscal a la diferencia surgida cuando los gastos son superiores a los ingresos del Sector Público no Financiero (SPNF), que abarca el Gobierno central y las empresas públicas no financieras. Este indicador llegó a $824.27 millones al término de 2019, impulsado principalmente por un mayor gasto público y pensiones.
“Tenemos un déficit alto con una reforma de pensiones que se realizó en 2017. La esperanza era que con esa reforma íbamos a generar un espacio para hacer respirar la caja y contribuir a un mejor déficit fiscal, pero lo que hemos visto es lo contrario”, comentó Rommel Rodríguez, analista de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde).
Los datos oficiales indican que los ingresos y donaciones del SPNF totalizaron los $6,135.14 millones en 2019, pero los gastos representaron $6,614.90 millones. Esto hace una diferencia de $479.76 millones, que al sumar los $345.51 millones originados por los compromisos de pensiones, llega a los $824.27 millones.
Los resultados de 2019 muestran un aumento de $120.51 millones frente a los $703.76 millones reportados en 2018, equivalente a un crecimiento de 17.12 %. Además, el déficit fiscal del año pasado es el monto más alto de los últimos cuatro años, desde 2015 cuando representó $851.04 millones.
“Va en sentido contrario a lo que se esperaba porque lo que se había previsto es que el déficit iba a reducirse. No a crecer. En 2020 no se aprobó un presupuesto que lleve esa tendencia, no a reducir, y es negativo”, aseguró Luis Membreño, de la firma Luis Membreño Consulting.
El economista enfatizó que la clave “es el crecimiento económico” pues en la medida que la economía avanza los compromisos tienen un menor peso como representación del Producto Interno Bruto (PIB). “Por eso es tan importante que el presidente (Nayib Bukele) y su equipo sean responsables, respetando la Constitución, las reglas del juego, porque entonces sí hay posibilidad de más crecimiento”, sumó.
¿Qué pasó?
Los gastos crecieron $232.28 millones en 2019 frente a los $6,382.62 millones de 2018, mientras que los ingresos aumentaron $90.28 millones al comprar los $6,044.86 millones del año anterior.
Los gastos corrientes representaron $5,755.78 millones, esto significó un incremento de $239.76 millones al comparar los $5,516.02 millones de 2018. En este apartado se incluye consumo, que aumentó $173.39 millones y llegó a $3,932.17; el pago de intereses representó $53.02 millones adicionales por un total de $991.06 millones, y las transferencias corrientes fueron $13.34 millones más al representar $832.55 millones.
La inversión bruta representó $798.34 millones al cierre de 2019, significa una reducción de $96,000 frente a los $799.30 millones de 2018.
En tanto, los compromisos de pensiones llegaron a $345.51 millones. Al comparar con 2018, según los datos de BCR, se observa una reducción de $20.49 millones frente a los $366 millones de ese año. Esto responde a la reforma de pensiones realizada en 2017, que conllevó una reestructuración de la deuda previsional y significó un respiro para las finanzas públicas.