Estas cifras “no son nada interesantes”, indicó ayer Nelson Fuentes, ministro de Hacienda, tras advertir que se prevé una caída en los ingresos al fisco por $500 millones como consecuencia de la paralización del tejido productivo durante la cuarentena.
“Esos son dos puntos del PIB (Producto Interno Bruto), lo que adicionemos arriba de 5 % es porque hubo necesidad de utilizar ingresos, endeudamiento adicional, para poder sostener esta crisis. A nosotros no nos va a salir tan grande el déficit porque hay otros países de Centroamérica que lo verán mayor”, manifestó en la entrevista de Frente a Frente, de Telecorporación Salvadoreña (TCS).
El déficit fiscal es la diferencia cuando los gastos son superiores a los ingresos del Sector Público no Financiero (SPNF), que abarca el Gobierno central y las empresas públicas no financieras. Este indicador llegó a $825.3 millones al término de 2019, impulsado principalmente por un mayor gasto público y pensiones.
Esos $825.3 millones representaron el 3.1 % del PIB de 2019, que el Banco Central de Reserva (BCR) prevé en una tasa de crecimiento de 2.3 %.
De cumplirse la proyección de Hacienda, de superar el 5 % este 2020, el déficit fiscal llegaría a niveles de hace una década, cuando en 2009 alcanzó su punto más alto en 5.7 %.
En 2009 se dieron los efectos la recesión económica que inició un año anterior, en 2008, y condujo a que la economía salvadoreña cayera en -2.08 %. Los economistas y el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevén que la crisis por el Covid-19 sea incluso peor que la de hace una década.
Esa caída en los ingresos significaría una reducción de 10.2 % si se compara con los $4,872.8 millones que proyectaba Hacienda obtener durante 2020 en concepto de ingresos tributarios (incluyendo contribuciones especiales). Para cubrir esa brecha de financiamiento, la institución colocó $426 millones en Letras del Tesoro (Letes) el viernes pasado, lo que le permitió obtener recursos para comenzar a entregar los $300 del subsidio a las familias afectadas por la cuarentena.
“Hay una proyección de una disminución de ingresos por el orden de $500 millones. Esa disminución trae consigo que el país pueda utilizar el endeudamiento de corto plazo (Letes), de tal forma, que lo que hicimos fue traer esa pérdida de ingresos al presente”, indicó Fuentes.
Perspectivas negativas
La economía mundial entró en recesión, advertía la semana pasada el Fondo Monetario Internacional. Si bien el BCR aún no actualiza la perspectiva económica para 2020 contemplado el impacto del Covid-19, Hacienda indicó que “en una primera instancia” el Gobierno estimó que la disminución podría pasar del 2.5 % a un 1.5 %, es decir, una pérdida de 1 %.
Pero “viendo el panorama económico a nivel mundial, el FMl cree que puede ser, incluso, una tasa de crecimiento económico negativa” para El Salvador, indicó Fuentes, quien considera que “2021 debería ser año de la esperanza porque 2020 claramente traerá rezagos muy fuertes a la economía.
Un informe elaborado por Barclays, publicado la semana pasada, concluyó que la economía salvadoreña podría caer -3 %, mientras tanto economistas prevén que la caída sea similar a 2009 y el desplome llegue a -2.1 %.