El Banco Central de Reserva (BCR) actualizó el viernes pasado el saldo de deuda pública total de El Salvador a junio de 2021, un indicador que incluye las obligaciones del Gobierno central, de las empresas estatales financieras y no financieras, así como los compromisos derivados del sistema de pensiones.
Las estadísticas oficiales indican la deuda pública salvadoreña continúa su tendencia alcista y alcanzó los $23,255.62, la cifra más alta de los últimos 30 años según el registro del BCR que data de 1991.
El volumen global de la deuda registró un crecimiento interanual del 9.40 % a junio de 2021, unos $1,997.25 millones adicionales a los $21,258.37 millones que se observaron en el primer semestre de 2020.
Frente al saldo del cierre de 2020, que fue de $22,622.90 millones, la deuda aumentó $632.72 millones (un 2.7 %) en los primeros seis meses del 2021.
El crecimiento constante de la deuda pública es una de las principales preocupaciones de los economistas y advertencias de las agencias de riesgo soberano. Precisamente, la calificadora Moody’s redujo el viernes pasado la nota de El Salvador a “Caa1” desde “B3”, una categoría para los bonos que se consideran de alto nivel especulativo y con riesgo de impago.
Para Moody’s, el mercado de inversionistas se cerraría a nuevas emisiones de El Salvador en un contexto en el que necesitará colocar nueva deuda para pagar el vencimiento de $800 millones en bonos en enero de 2023.
Los tenedores de deuda siguen con atención la negociación entre El Salvador y el FMI sobre un programa de hasta $1,300 millones que le permitiría al Gobierno realizar un ajuste fiscal para aumentar los ingresos y reducir la deuda, al tiempo que le abriría las puertas al mercado para reestructurar compromisos.
Sin embargo, estas negociaciones se retrasaron luego que la nueva Asamblea Legislativa destituyera a los magistrados de la Sala de lo Constitucional y al fiscal general de la República, además de la aprobación en junio pasado de la Ley Bitcoin sin consultas técnicas públicas.
GOES se mantiene con deuda interna.
Las estadísticas compiladas por el BCR indican que el Gobierno depende más del financiamiento local, pues la deuda interna aumentó $1,090.35 millones a junio pasado al sumar $11,966.31 millones, un 10.03 % más que lo registrado en el primer semestre de 2020.
Para solventar las necesidades de liquidez de corto plazo, el Ministerio de Hacienda recurre a las emisiones de Letras del Tesoro (Letes) cuyo saldo llegó a los $1,423.23 millones en junio. Estos compromisos son adquiridos por inversionistas locales, como bancos y administradoras de fondos de pensiones.
Al comparar con el mismo período de 2020, el saldo de Letes muestra un descenso de -2.29 % (unos $33.42 millones), pero se encuentra cerca del techo máximo legal establecido en el presupuesto para 2021 que regula que la deuda flotante no exceda el 25 % de los ingresos corrientes para el ejercicio de 2021, equivalente a $1,424.1 millones.
Por su lado, la deuda externa llegó a $11,289.31 millones a junio, la cifra es 8.73 % por arriba de los $10,382.41 registrados en el mismo ciclo en 2020. Equivale a un incremento de $906.9 millones.
La deuda originada por el sistema de pensiones representó $5,669.14 millones en el primer semestre de 2021, un 4.97 % adicional (unos $268.3 millones) contra los $5,400.81 millones del 2020.
Las claves
- Saldo histórico
Contrario a las recomendaciones de economistas, la deuda pública total sigue creciendo y llega a su monto más alto desde 1991.
- Deuda
Del sector público no financiero, bajo la responsabilidad de Hacienda, aumentó 11.70 % y llegó a $16,950.01 millones a junio.
- Las pensiones
Siguen ejerciendo presión en las finanzas públicas cuyo saldo de deuda registró un incremento interanual de 4.97 % a junio.