Cierre de negocios, caída de los mercados financieros, cancelación de servicios aéreos, confinamiento obligatorio para millones de personas, así avanza el Covid-19 ahogando a las economías del mundo. Una inminente amenaza a la humanidad que llevaría a El Salvador a experimentar una caída de hasta -2.1 %, según estimaciones de la Fundación para el Desarrollo de Centroamérica (FUDECEN).
Un virus que solo se observa con microscopio podría ocasionar una recesión económica peor que la crisis financiera de 2008-2009 ya que “las condiciones mundiales ahora son más difíciles” que hace una década porque en ese entonces no hubo cuarentena a nivel mundial, comentó Óscar Cabrera, presidente de FUDECEN.
La proyección de FUDECEN para El Salvador toma de base las estimaciones económicas de Oxford Economics, compañía que realiza pronósticos globales, que estima que la epidemia del nuevo coronavirus impacte en mayor magnitud a la economía mundial en el primero y segundo trimestre de 2020.
Significa un crecimiento cero para el mundo, explicó Cabrera, mientras que para Estados Unidos -el principal socio comercial de El Salvador- decrecerá un -0.2 %, la caída en la zona euro sería de -2.2 % y China crecería 1 %. “Significa que con esta desaceleración a nivel mundial se puede retomar la recesión mundial de 2009”, sumó.
FUDECEN retoma el escenario con “alta probabilidad de ocurrencia” del decrecimiento de la economía salvadoreña en la crisis de 2009 cuando cayó en -2.1 %. Los canales que recibirían el golpe directo, según explicó el economista, serían a nivel de comercio con un menor dinamismo de las exportaciones, las remesas que reciben las familias salvadoreñas, y un costo más elevado el financiamiento externo.
Limitado margen de maniobra
Las proyecciones del tanque de pensamiento no se alejan de las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), quien esta semana anunció que la recesión mundial por la pandemia podría ser peor que en 2009. Economistas salvadoreños también estiman que el golpe económico sobrepasaría a los efectos de hace una década y las medidas de respuesta del Ejecutivo serán claves para mitigar el impacto.
Después de la crisis de 2009, El Salvador creció menos que sus pares en Centroamérica y no recuperó su desempeño mostrado en años anteriores a la recesión. En 2006 crecía a 4.34 % y en 2007 a 1.86 %, en tanto en 2008 llegó a 2.13 % y en 2009 cayó a -2.08 %; después no sobrepasó su cota de 3 % y se esperaba que en 2020 el dinamismo económico fuera de 2.5 %, según las proyecciones del Banco Central de Reserva (BCR).
“Esto tendrá impactos negativos en una economía pequeña y abierta como la salvadoreña y que, a su vez, está desprovista de una política monetaria y crediticia cambiaria a raíz de la dolarización. El espacio de implementación de políticas públicas es bien limitado”, comentó.
El Salvador podría responder a través de la política fiscal y financiera, esto hace que las vías para inyectar liquidez en la economía nacional se realicen a través del endeudamiento externo “para atenuar la posible recesión de este año”.
Algunas acciones
Alimentos
Piden priorizar las importaciones de alimentos básicos y materias primas, libres de aranceles, para que tengan un menor costo para las familias salvadoreñas durante la crisis.
Mipymes
Elevar hasta el 40 % de las compras del gobierno a las micro y pequeñas empresas. Además de aumentar el sistema de garantía para facilitar créditos productivos con bajas tasas.
Financiero
Solicitar al FMI un préstamo de $600 millones para garantizar la estabilidad del sistema financiero a través de la fusión de prestamista de última instancia. También pedir $200 millones al BCIE.