Las mypes señalan que necesitan financiamiento y asesoría para generar más oportunidades e impedir la migración de familiares.


Los salvadoreños con intención de migrar desisten “del sueño americano” si encuentran financiamiento para poner su propio negocio en el país y pueden emplear a sus familiares, concluye un estudio de la Fundación Salvadoreña de Apoyo Integral (Fusai).

La institución presentó el viernes pasado su estudio “Desarrollo de la MYPE y propensión a emigrar entre sus propietarios y empleados”, una investigación que incluye 361 encuestas con microempresarios de subsistencia y de trayectoria.

Esta investigación reveló que el 16.1 % de los empresarios encuestados tenía intenciones de migrar antes de iniciar su propia empresa, pero ese porcentaje se reduce a 6.1 % de quienes aún con el negocio tienen en mente dejar el país.

Gabriel Pleites, encargado del estudio, señaló que el financiamiento para emprender es clave para reducir la propensión de migrar pues, al preguntarle a los empresarios los motivos por los cuales desistió de abandonar el país, un 44.4 % señaló que se detuvo porque le prestaron dinero para poner su propio negocio.

Es decir, que “la mitad de los empresarios consiguió financiamiento y por eso resistió de migrar”, dijo.

Otro 25.6 % señaló que no migró porque el trayecto es muy peligroso, seguido de un 16.7 % que dijo que obtuvo un empleo en el momento que planificaba dejar el país y el 13.3 % señaló que solventó un problema de inseguridad.

Esta investigación revela que “limitar que la migración a la violencia es errado, el principal factor es el económico”, señaló por su parte Jorge Peraza, jefe de la misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para el Triángulo Norte.


Desaliento.


Pleites detalló que la principal razón que hizo considerar a los empresarios abandonar el país, después de haber iniciado su emprendimiento, es la pérdida de confianza en la mejora de la economía, según lo señaló el 19.2 % de los encuestados.

El 16.4 % indicó que por el mal desempeño del negocio, un 15.1 % por delincuencia y un 13.7 % por la falta de crédito. Hay también factores como deuda (12.3 %), familiares en el exterior y falta de empleo (8.2 %). Un elemento “curioso” revelado por la investigación de Fusai es que solo un 1.4 % señaló que piensa migrar por violencia intrafamiliar, agregó Pleites.

Al preguntarle a los empresarios qué evitaría que un trabajador o familiar migre, el 16.9 % señaló que ofrecerle un salario o mejora a su paga y el 15.2 % oportunidades de desarrollo profesional y capacitación, mientras que 13.5 % dijo financiamiento para comprar vivienda y 11.2 % financiamiento para su propio negocio.







Los hombres empresarios son más propensos a migrar (26.4 %) porque las mujeres con negocio propio asumen también los cuidados del hogar (8.9 %).

“Los empresarios tienen orientación a que, si su negocio crece, van a emplear a sus familiares”, agregó.

La persistencia de la intención de migrar se debe a la pérdida de confianza en la mejora de la economía.

Peso de las mypes en la economía.


Las micro y pequeñas empresas (mype) son uno de los principales brazos productivos y generadores de empleos, con cerca de dos millones de unidades a nivel nacional que representan el 99 % del total de empresas en El Salvador.

Sin embargo, un grueso de las mypes son de subsistencia y se crean cuando los salvadoreños no encuentran oportunidades laborales. Es así como “la mype está previendo los empleos que el sector formal no puede asumir”, dijo Pleites.

La investigación de Fusai reveló también que la propensión a migrar es más alta con los empresarios que viven en los departamentos con mayor pobreza, como en Ahuachapán, La Unión y Morazán.