El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) cataloga una sequía como débil cuando en la época lluviosa transcurren entre cinco y diez días sin precipitaciones. Si el período supera los 15 días se considera moderada y si pasa de los 16 días es sequía severa.
La institución indicó ayer que del 26 de junio al 1 de agosto en varios municipios de la zona oriental y paracentral se acumularon entre cinco y seis días sin lluvia, así como al sur de Ahuachapán y el norte de Santa Ana.
El MARN aseguró que es la tercera sequía que se reporta en El Salvador en el transcurso de 2019 y se debe, principalmente, a la presencia del fenómeno de El Niño y a los vientos acelerados que atraviesan el istmo centroamericano desde el Caribe.
Se unió con canícula
Esta sequía coincidió con la canícula que ocurre todos los años en la última semana de julio y los primeros días de agosto, indicó Luis Treminio, presidente de la Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Campo). “La esperanza que tenemos es que no suceda lo mismo del año pasado”, indicó, cuando el período seco se prolongó hasta en 40 días y dejó pérdidas millonarias al sector agrícola.
“El invierno se ha portado de una manera irregular. Sí habrá un poco menos de producción, porque estos períodos lo que hacen es afectar la productividad en cuanto a cantidad y calidad”, indicó el vocero de Campo.
Por su parte, Joaquín Ortiz, presidente de la Asociación Cafetalera en Usulután, con sede en Santiago de María, adviritó que, por las altas temperaturas y los bajos niveles de humedad en los suelos, los sembradíos de café recién plantados ya se encuentran en estrés hídrico, situación que les impide continuar los trabajos de siembra.
“Nos está afectando porque estamos en período de siembra, el plantín que tenemos para sembrar se ha estresado bastante y la tenemos que regar con agua”, comentó el productor.