El Salvador está entre los países centroamericanos con menor cobertura de Internet móvil y acceso a tecnología 4G, con solo 5% de la población con este último servicio, revela un nuevo estudio desarrollado por GSMA Intelligence.

El reporte “Evaluando el impacto de la estructura de mercado sobre la innovación y calidad - Impulsando la banda ancha móvil en Centroamérica” señala que pese a los pasos importantes que la región ha dado en el desarrollo de la red, los resultados en beneficio de empresas y usuarios no han sido sustanciales.

GSMA es una asociación global del ecosistema móvil que reúne a las empresas fabricantes de teléfonos, software y proveedores de Internet. En su informe señaló que en conjunto, Centroamérica está retrasada significativamente en el despliegue y adopción de la banda ancha móvil respecto al resto de América Latina.

En el caso de El Salvador, solo el 50% de la población cuenta con acceso a Internet móvil y apenas 5 % de ésta posee banda ancha 4G, ubicándose como el segundo país en la región con menor acceso a estas tecnologías, solo por detrás de Nicaragua, que cubre al 4 % de ciudadanos.

El reporte muestra que las redes 4G de toda la región están disponibles para cubrir hasta 35 % de la población; sin embargo, esta tecnología solo representa el 5 % de todas las conexiones móviles regionales. En comparación, esta cifra es apenas un sexto de las conexiones 4G en Sudamérica.



Desarrollo en riesgo

El estudio señala que esta brecha en las telecomunicaciones pone en riesgo el desarrollo económico futuro de la región y se agrava por estructuras de mercado que afectan la cobertura y calidad de la red, así como la innovación e inversión en nuevas tecnologías y servicios.

Sebastián Cabello, director regional de GSMA en América Latina, aseguró en un comunicado que “cerrar la brecha para la adopción de 4G en Centroamérica exige una reforma de políticas urgente”, debido a que potenciar la digitalización de personas y empresas “promueve el crecimiento económico”.

Las reformas, explicó, deben orientarse a establecer marcos regulatorios que favorezcan al mercado: los países que tienen menor cantidad de operadores, experimentan mejores niveles de inversión y más altos estándares de calidad.

Una de las barreras que identificó el estudio, específicamente en El Salvador y Panamá, es la prohibición de fusiones entre operaciones. En dos ocasiones, la Superintendencia de Competencia (SC) ha negado a Claro y Digicel la posibilidad de unirse por, según el estudio, “no tener en cuenta la eficiencia”.

Cabello explicó que promover el despliegue de la banda ancha móvil cobra vital importancia en Centroamérica, “donde la tecnología móvil es la única solución para llevar conectividad a las comunidades fuera de los grandes centros urbanos”.