El Poy será el primer puesto fronterizo que se integrará a la unión aduanera del Triángulo Norte. / DEM


Para concretar la adhesión de sus puestos fronterizos a la unión aduanera del Triángulo Norte, El Salvador gestionará fondos no reembolsables por $1.5 millones ante la cooperación internacional, informó ayer la Dirección General de Aduanas (DGA), del Ministerio de Hacienda.

El director de la DGA, Armando Flores, afirmó que la dependencia necesita al menos $1.5 millones para aplicar el modelo integracionista en las fronteras La Hachadura y Las Chinamas, en Ahuachapán; y San Cristóbal, en Cabañas. Este monto es adicional al $1 millón con el que ya cuentan para El Poy, en Chalatenango.

“Hay una estimación que puede rondar los $1.5 millones para arreglar los otros puestos fronterizos y las inversiones mínimas que necesitan. Estamos gestionándolo con fondos del Gobierno de El Salvador y también con aporte internacional”, aseguró.

Entre los posibles donantes, apuntó, está el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), que otorgó a Honduras y Guatemala un monto de $1.5 millones para adecuar sus sistemas informáticos y fronteras físicas, además de equipo informático para las fronteras de Aguacaliente, Corinto y El Florido.

“Eso es una posibilidad, que el BCIE le reconozca a El Salvador estos $1.5 millones, que servirían para completar las inversiones mínimas para arrancar en la transición. Estamos gestionándolo”, explicó.

La solicitud de la DGA complementará una inversión de $22.5 millones para iniciar la transición de las seis aduanas terrestres en El Salvador. Más de $20 millones serían financiados por la Corporación Reto del Milenio (MCC, por su sigla en inglés), a través de Fomilenio II, y un $1 millón es aporte del Gobierno salvadoreño para adecuar el recinto fronterizo de El Poy.

El proyecto de Fomilenio II incluye la modernización de dos fronteras: uno de ellos, el paso fronterizo en Anguiatú, en Santa Ana, que aún está en estudio; mientras que la inversión en la frontera El Amatillo, en La Unión, transformará los recintos de transporte de carga en nuevas instalaciones, con sistemas informáticos actualizados.

“Los puestos fronterizos tienen 50 años de abandono, algunos hasta 70. Dado que El Salvador no tiene $120 millones para los seis puestos fronterizos, arranquemos con lo poco que tengamos, pero pongámonos a tono de la transición que necesita hacerse”, agregó Flores.

 

Unión inicia en El Poy

En noviembre próximo, el país comenzará a operar su primer puesto fronterizo integrado en la aduana de El Poy, donde invertirá más de $1 millón. El resto de aduanas se incorporarán de forma gradual, una vez logren adecuarse, señaló la DGA.

Javier Claros, jefe de Facilitación del Comercio en la DGA, destacó que “no queremos que se estacionen los vehículos, incluso en la transición con otros países, queremos que haya un sistema de tipo ‘autobanco’ para que el transportista no se detenga”.

El puesto fronterizo de El Poy es estratégico para El Salvador, aseguró Flores, quien destacó que solo durante los primeros seis meses del año se hicieron 71,602 operaciones, por un valor de $645.8 millones.