Todos los países invierten en infraestructura para atender las necesidades de la población y en El Salvador satisfacer esa demanda de servicios requiere una inversión anual de $1,295 millones, indicó la firma de asesores EY para Centroamérica y República Dominicana.

El Producto Interno Bruto (PIB) de las economías centroamericanas y dominicana suma $345,029 millones y solo el 5 % –unos $17,255 millones– de ello se requiere cada año para reducir la brecha de infraestructura.

“Centroamérica tiene un rezago en materia de infraestructura significativo. Hemos estado invirtiendo, en conjunto, más o menos 2.7 % del PIB y para realmente cerrar la brecha en materia de infraestructura se debería estar invirtiendo entre un 4 y 6%, dependiendo del país”, manifestó Luis Artavia, ejecutivo de la firma.

De los $17,255 millones que se deberían invertir al año, República Dominica reporta el mayor requerimiento con $4,011 millones y le sigue Panamá con $3,115 millones. Costa Rica necesita una asignación de $3,000 millones y Guatemala una de $3,960 millones. El Salvador necesita $1,295 millones, Honduras unos $1,216 millones y Nicaragua otros $658 millones.

 

La oportunidad para APP

En esta brecha de financiamiento en infraestructura es donde hay una oportunidad para desarrollar los Asocio Público-Privados (APP) en el país, indicó José Schafik Collazo, de la Dirección de Asocios Público-Privados, dependencia del Organismo Promotor de Exportaciones e Inversiones de El Salvador (Proesa).

“El Salvador, a datos de 2016, tenemos una brecha de infraestructura de $6,400 y sigue creciendo. A nivel centroamericano ronda los $28,000 millones. Esto es precisamente el punto de partida para poder hablar cómo financiar proyectos de APP y por qué APP”, manifestó el funcionario.

La dirección de APP tiene un portafolio de 15 potenciales proyectos que pueden ejecutarse bajo esta figura, de los cuales tres cuentan con el respaldo de Fomilenio II, quien financia la elaboración de estudios técnicos y la contratación del especialista de transacción.

Fomilenio II apoya el proyecto de iluminación y videovigilancia en 140 kilómetros de carretera, un APP en la terminal de carga del Aeropuerto San Óscar Arnulfo Romero y Galdámez -iniciativa que a la fecha está paralizada- y estudia la posibilidad de un APP para ampliar un tramo carretero en La Hachadura.



No estamos solos

El contexto internacional “es complicado” porque no solo El Salvador está buscando inversión extranjera, advirtió Enrique Olivero, de la firma EY, sino que “todos los países quieren atraer a los mismo desarrolladores y financistas”.

A los mercados emergentes les queda ofrecer un menú de proyectos lo suficientes atractivos o buscar alternativas de financiamiento, indicó.

“Las necesidades de inversiones en infraestructura son infinitas. Si ese es el caso, los APP, que nos ayudan a resolver esta necesidad no son una herramienta exclusiva de los países en desarrollo. Es universal”, comentó.

Mientras que los países en vías de desarrollo deben construir nueva infraestructura, las economías desarrolladas tienen que reemplazar la obsoleta y adaptarse a la tendencia de construcciones verdes y resistentes al cambio climático, enfatizó el experto.