El Salvador figura en el puesto 99 de 145 países evaluados en el ranking de este año y pese a registrar una leve mejora contra su posición de 2020 (100), se mantiene muy lejos de su calificación de hace tres años (82).
El índice Global de Oportunidades da una visión general sobre el potencial de un destino para recibir inversión extranjera y toma en cuenta elementos como la actividad transfronteriza de fusiones y adquisiciones, además de medir elementos como el talento de la fuerza laboral, las restricciones comerciales (como la corrupción) y los derechos de los inversores, entre otros temas.
“El Índice evalúa el atractivo de los países para los inversores utilizando una combinación de factores económicos, financieros, institucionales y regulatorios”, dice el estudio.
Este año, el país mejor posicionado de Latinoamérica es Uruguay (48), seguido de Costa Rica (55) y México (64). Mientras que a escala global el ranking es liderado por Suecia, Reino Unido y Estados Unidos, los que ocupan los primeros tres lugares.
De acuerdo con Milken Institute, la entidad que elabora el estudio, la evaluación anual utiliza 96 variables, incluidas las perspectivas macroeconómicas, el potencial de innovación y desarrollo futuros, el acceso a los servicios financieros “y la conformidad con las normas internacionales para ofrecer un análisis prospectiva del potencial de la inversión extranjera en 145 países”.
La entidad evaluó la oportunidad general de inversión en 96 variables organizadas en cinco categorías y 14 subcategorías. Las cinco categorías principales incluyen: percepción empresarial, servicios financieros, normas y políticas internacionales, fundamentos económicos y marco institucional.
En tanto que las variables dentro de estas miden el potencial de inversión de un país y se incluye la apertura de la economía y el desempeño, la transparencia, y el talento y diversidad del personal.
Claude López, autor del informe y jefa del Departamento de Investigación del Milken Institute, explicó que El Índice de Oportunidades Globales mide el atractivo de un país para los inversionistas extranjeros basado en cinco categorías amplias que dan a los inversionistas las herramientas para determinar su propio apetito por el riesgo”.
Añade también que “estos factores incluyen, facilitan la comprensión sobre si las instituciones existentes promueven la actividad empresarial, la fortaleza de sus marcos macroeconómicos, la fiabilidad de sus tribunales y el grado de transparencia en sus instituciones.
Más detalles.
El Salvador, en el indicador de “percepción empresarial”, se encuentra en el puesto 102, dos puestos menos que en 2020, pero 13 menos que en 2019. En tanto, en el de servicios financieros, ha bajado nueve puntos en tres años hasta la casilla 82 en 2021.
Sin embargo, uno de los renglones donde ha experimentado un mayor retroceso entre 2019 y 2021 es el tema de normas y políticas internacionales, ya que cayó de la casilla 54 a la 108.
4 ejes del análisis de Milken
El instituto desarrolla el estudio para identificar las oportunidades de inversión que tienen los países. El año pasado el territorio mejor posicionado era Hong Kong.
- Percepción empresarial
Este eje mide las limitaciones que enfrentan las empresas y la facilidad para que las empresas resuelvan disputas.
- Fundamentos económicos
Mide la perspectiva macroeconómica de un país, el talento de la fuerza laboral y el potencial para la innovación y el desarrollo.
- Servicios financieros
Milken también evalúa la profundidad y amplitud del acceso de un país a los servicios financieros como motor de desarrollo.
- Políticas internacionales
Se evalúa qué tan integrado está un país en la comunidad internacional y la probabilidad de adoptar normas internacionales.