La inquietud de los mercados mundiales por la rápida propagación del coronavirus fuera de China ya preocupa a la empresa privada de El Salvador que se mantiene a la expectativa y no descarta consecuencias para el dinamismo económico.
China es el tercer socio comercial de El Salvador, después de Estados Unidos y el mercado común centroamericano. El gigante asiático se ha constituido como uno de los principales proveedores para las empresas locales de máquinas eléctricas, plástico y manufacturas, entre aparatos médicos y vehículos automóviles.
Jorge Hasbún, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal), explicó que el sector está a la expectativa de la evolución de la epidemia, la cual ya generó multimillonarias pérdidas en los mercados globales y afecta principalmente a China, la segunda mayor economía del mundo.
Aunque descarta efectos inmediatos en El Salvador, Hasbún sostuvo que hay alertas sobre el impacto que esta crisis global pueda traer a mercados pequeños como el local. “En El Salvador estamos previendo temas no directamente del mercado local, sino que en relación a las importaciones, muchas provienen de Asia”, explicó.
Agregó que China -que ocupa el 15 % de las importaciones de El Salvador- no ha restablecido plenamente su producción tras el feriado de Año Nuevo Lunar (celebrado este 2020 entre el 25 de enero y el 11 de febrero), el cual extendió el cierre de fábricas que apenas están reactivando sus operaciones y podría provocar problemas o afectaciones en la cadena de suministros.
La confirmación de casos en el estado de California (donde reside un importante núcleo de migrantes salvadoreños) y México (un elemental socio comercial) hacen prever que la llegada del coronavirus a la región es inminente.
El tema es seguido muy de cerca por gremiales como la Camarasal que ya habla de planes de contingencia y de la necesidad de tener una comunicación eficiente con las autoridades sanitarias del país. “No hay casos confirmados de coronavirus en el país, pero previendo eso, es importante las acciones que toman las autoridades, porque sí es mejor estar precavidos que esperar a que pase algo”, dijo.
Piden evitar el pánico
La alerta sobre problemas en el suministro de materia prima se hizo sentir en la semana por el sector industrial y exportador, al advertir que ya tenían reportes de empresas con dificultades para transportar pedidos desde China. Silvia Cuéllar, directora ejecutiva de la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport), confirmó ayer que “estamos en encuesta para saber (el posible impacto), pero en realidad no tenemos reportes serios”.
De acuerdo con Hasbún, la gremial está tratando de dar calma a sus agremiados, pero destaca que ya están contemplando medidas especiales en caso de que se confirme la enfermedad. En ese sentido, cuentan con la posibilidad de activar acciones como el teletrabajo para evitar potenciales nuevos contagios.
Dicha iniciativa se aplicaría principalmente en las empresas del rubro de servicios, el que abarca a compañías como las del sector de call centers u otras con capacidad de atender operaciones a distancia.
¿Cómo afectaría?
Café y azúcar serían los principales rubros afectados por la crisis de salud, matizó Mariana Herrera, especialista en comercio internacional y aduanas de la firma EY. Estos dos productos representaron en conjunto $48.28 millones en exportaciones en 2019, unos $2.58 millones para el sector caficultor y $45.70 millones para la cadena azucarera.
El café, en pleno período de cosecha y exportación, no reporta comercio a China desde diciembre de 2019; en tanto, el azúcar, ya en fase final del ciclo, envió $15.72 millones solo en enero pasado, según datos del Banco Central de Reserva (BCR).
Herrera no descarta que la epidemia signifique un menor desempeño económico en Centroamérica por las afectaciones en las cadenas de suministro de las industrias. “También es posible que disminuya las exportaciones, ya que muchas ciudades siguen en cuarentena y el consumo en China ha disminuido considerablemente”, sumó.