El pasado 16 de junio se arrancó la primera fase del plan de reactivación acordado en la Mesa de Reapertura Económica entre el Gobierno y 22 sectores productivos; sin embargo, la actividad empresarial inició con nerviosismo ante un brote de contagios del Covid-19, sobre todo por la salida sin control de la economía informal.
Ante el incremento de casos confirmados, que hasta la tarde del jueves totalizaban 5,336, el Ejecutivo solicitó a la Asamblea Legislativa una nueva cuarentena de 15 días con restricción a los derechos constitucionales de libre circulación, derecho a la reunión y a la libertad de estar en su domicilio. No obstante, el decreto no deja claro cómo se procederá con las siguientes fases de reapertura económica.
Silvia Cuéllar, directora ejecutiva de la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport), fue la primera en reaccionar a la propuesta y se mostró preocupada que se retroceda en la reactivación económica. La ejecutiva advirtió que los contagios no provienen de las empresas que ya están operando porque aplican estrictos protocolos de bioseguridad para sus colaboradores, los cuales fueron aprobados y son supervisados por el Ministerio de Trabajo.
Claudia de Ibáñez, presidenta de Cámara Americana de Comercio de El Salvador, (AmCham), indicó que “definitivamente no vemos viable y tampoco una opción regresar y retroceder a volvernos a encerrar”. “Yo diría más bien que trabajemos juntos y en un diálogo para poder mantenernos en las fases que ha propuesto el Gobierno”, indicó en un foro organizado ayer por la Fundación Empresarial para la Acción Social (Fundemas).
De Ibáñez, quien también es gerente de Asuntos Corporativos de Walmart El Salvador, tomó a bien que el Ministerio de Salud avalara a privados realizar prueba en tiempo real para detectar coronavirus; pero advirtió que los laboratorios estarían listos dentro de un mes para implementarla y “la necesitamos urgente para cuidar nuestra gente”.
Urgencia de reactivación
Carol Colorado, directora Legal y Asuntos Corporativos de Industrias La Constancia (ILC), consideró como “acierto” negociar y comenzar a implementar el plan de reapertura económica. “La máquina de empleos es el sector privado, tener las reglas claras y generar un clima de estabilidad garantizan la atracción de inversión; la agilización de trámites es prioritario en este tema”, destacó.
La pandemia nos “está obligando todos los días a cambiar la visión del negocio” y ver cómo se integra la economía informal en el proceso de reactivación. Adelantó que la empresa prepara una estrategia de protocolos para el regreso seguros de los restaurantes y bares.
Para Enzo Bizzarro, presidente ejecutivo de Asesuisa, es necesario mantener el diálogo entre el Gobierno y los empresarios en la Mesa de Reapertura Económica. “Creo hay que entender cómo reformular las mesas, cómo puede trabajar en forma conjunta, para que vayamos haciendo una evaluación periódica de los avances”, dijo.
Por su lado, María Luisa Hayem, ministra de Economía (Minec), afirmó que monitorean la curva de casos y el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad. Sobre esto último, aseguró que han tenido informes positivos de las empresas que iniciaron operaciones en la fase 1 del plan de reapertura.