Si se mantiene una baja rentabilidad de los fondos previsionales, no se cambia la edad de jubilación y se aumenta de manera drástica la pensión mínima, los fondos que custodie la Cuenta de Garantía Solidaria (CGS) se agotarían en 2050, reveló un informe actuarial, el cual también encontró que si se realizan los cambios estructurales correspondientes los escenarios para el sistema son “positivos” y se garantiza el pago de pensiones.

El estudio fue elaborado por la firma Mercer a solicitud de la Iniciativa Ciudadana de Pensiones (ICP), un movimiento formado por tanques de pensamiento y organizaciones civiles. Su presentación se da en el marco del primer aniversario de la reforma a la Ley del Sistema de Ahorro de Pensiones (SAP), aprobada en septiembre de 2017, y que implicó un cúmulo de cambios en el esquema, como el incremento del 13 % al 15 % de la tasa de cotización o la creación de la CGS.

Esta última se nutre con el 15 % de los ahorros mensuales de los trabajadores afiliados a las Administradora de Fondos de Pensiones (AFP), dinero que serviría para honrar algunas obligaciones que antes corrían a cargo del Estado y para pagar pensiones de longevidad.

Sebastian Ramírez, especialista de la consultora, aseguró que se encontraron “escenarios positivos” tras cuantificar los flujos futuros de la cuenta solidaria con base al incremento salarial, densidad de cotización, aumento de afiliados, edad de retiro, techos de la pensión mínima, mortalidad y la rentabilidad.

Los escenarios elaborados con los parámetros de la actual ley, agregó el experto, revelaron que la cuenta solidaria “es suficiente” en los próximos 100 años, pues las estimaciones encontraron que los fondos custodiados por la CGS comenzarían a incrementarse a partir de la década 2020 y llegarían en 2108 a representar hasta $120,000 millones.

 

¿Qué pasa si cambia?

El estudio incluyó cinco escenarios sobre qué pasaría si algunas de las variables contempladas en la ley cambian. El primero consideró un panorama donde la población de cotizantes se reduzca del 60 % a un 50 % y, pese a eso, la CGS será “suficiente” para los próximos 100 años, indicó Ramírez.

El segundo escenario se elaboró con bajas tasas de rentabilidad de los fondos previsionales. En éste, la simulación reveló que la CGS experimentaría un agotamiento hasta 2117, mientras que el tercer panorama consideró que si mantiene la edad de jubilación se agotaría en 2090.

El cuarto escenario incluyó un aumento en la pensión mínima por encima de lo supuesto en la ley y reveló que la cuenta solidaria llegaría hasta 2084. El quinto supuesto, catalogado como la “tormenta perfecta”, agrupó todas estas variables aplicadas al mismo tiempo. Si ocurriese, la CGS se agotaría en 2058. Ante esto, el especialista indicó que aunque los “ejercicios teóricos” muestran que la “reforma marca el camino correcto”, agregó, “la rentabilidad de los fondos, la estabilidad normativa, la voluntad política y la cotización de los afiliados son todas variables que se deben mantener en el tiempo para que el sistema sea sostenible”.