Si la Asamblea Legislativa aprueba la ley de zonas económicas especiales (ZEE) propuesta por el Gobierno, El Salvador daría un salto en desarrollo económico y social, indicó Rigoberto Monge, experto en comercio exterior y asesor de diferentes gremiales empresariales.

“Creo que ya era tiempo que se pensara en un proyecto de una escala económica y social, como la que está contemplada en este proyecto de ley. De llevarse a cabo, de concretarse y de poderse administrar adecuadamente por las instituciones públicas, yo creo que estaríamos dando un impacto en el desarrollo del país”, indicó el también economista.

La ley de ZEE contempla la creación de centros logísticos en 26 municipios de la zona oriental, los cuales fueron elegidos por su baja recaudación tributaria, con índices de pobreza inferiores al promedio nacional y con bajos niveles de empleo. La misma normativa establece que los inversionistas deben destinar el 3 % del capital a ejecutar para el desarrollo social de las comunidades cercanas.

Además, la propuesta define incentivos fiscales para las empresas que se animen a operar en estos centros logísticos. Esto, para Monge, no solo deben verse bajo la perspectiva de atracción de inversión, más bien si “son suficientes en plazos y en cantidades como para generar los beneficios económicos y sociales”.

El experto descartó que las zonas económicas especiales atenten contra la soberanía del Estado salvadoreño, pues de ser el caso, indicó, se generaría inseguridad jurídica para los inversionistas.