Conforme las medidas de confinamiento se alargan, las proyecciones sobre el impacto económico en la población se empeoran y se prevé que hasta 400,000 salvadoreños quedarían sin un empleo debido a la pandemia.
Esta es una de las principales conclusiones del segundo informe sobre el impacto socioeconómico del Covid-19 en El Salvador, realizado por la Universidad Francisco Gavidia (UFG), un estudio que advierte que hasta 140,000 salvadoreños están en riesgo de perder un empleo formal por la extensión de la cuarentena. Esta cifra es superior a las proyecciones iniciales de la institución, presentadas en abril, que advertían que la crisis dejaría a entre 80,000 y 100,000 personas sin una plaza laboral.
“Estamos agregando 40,000 nuevos desempleos porque se ha alargado el tiempo de la concentración, de estar limitado de salir a trabajar. Cosa que está por el lado de defender la salud y, por el otro, el impacto de las dos tormentas”, indicó Claudio de Rosa, investigador asociado de la UFG.
Pero “hay que tener cuidado cuando hablamos” esta suma porque solo incluye al sector formal cuando el 60 % de la Población Económicamente Activa (PEA) está en la economía informal. “Entonces al agregar al sector informal se estima que se estarían perdiendo entre 350,000 y 400,000 empleos durante este año”, indicó.
Esta potencial población desempleada se sumaría a los 194,800 salvadoreños que ya en 2019 no tenían un empleo, según la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples. “Este es un número tremendamente grande y muy preocupante. Socialmente tiene un golpe adicional”, sumó de Rosa.
Si bien el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) no cuenta con cifras actualizadas sobre el empleo formal, por su lado la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF) reporta que en abril pasado la población cotizante al Sistema de Ahorro de Pensiones (SAP) era de 695,355 personas, equivalente a una reducción de 36,559 menos frente a los 731,914 reportados en el mismo mes de 2019.
El golpe inmediato en el deterioro de los ingresos familiares se observa en un incremento de la pobreza, que la UFG prevé que aumente del 23.5 % de 2019 a un 30 %. Significa que de los 1.85 salvadoreños viviendo por hoy en situación de pobreza pasarían a 2.4 millones de personas.
Ante esa realidad es urgente definir la reapertura de la economía; sin embargo, para Óscar Picardo, director del Instituto de Ciencia, Innovación y Tecnología de la UFG, más que definir fecha para el retorno de actividades lo importante es “cómo reabrimos, con qué inteligencia y progresividad”.
Golpe a la economía
Las proyecciones apuntan a que la economía salvadoreña se contraerá entre un -6 % y -8 %, aseguró el experto, por el “encierro” ante la cuarentena y los daños ocasionados por las tormentas Amanda y Cristóbal. Ese decrecimiento en el Producto Interno Bruto (PIB) se debe en su mayoría por el desplome en los ingresos a través de las remesas, exportaciones y la inversión extranjera directa (IED).
El informe de la UFG recopila que las remesas caerían entre los $950 y 1,250 millones, mientras que las exportaciones se reducarían alrededor de $1,190 millones. En tanto, la IED se contraería en hasta $470 millones. Solo por la caída de estos tres rubros la economía salvadoreña dejará de percibir al menos $2,860 millones en 2020.