El reclamo de un diputado guatemalteco sobre que su país terminaría pagando la moratoria para el suministro de electricidad en El Salvador ha generado incertidumbre en los hogares salvadoreños ante un posible corte en el servicio. Sin embargo, esto no es del todo real y los mismos empresarios exportadores de Guatemala descartan problemas.
“A El Salvador, el 25 % de su energía eléctrica se la damos los guatemaltecos. Después de tres meses que no paguen, ¿ustedes creen que nosotros vamos a poner en riesgo nuestra economía para pagar la energía eléctrica de los salvadoreños? ¡Por supuesto que no!”, criticó el diputado José Rodolfo Neutze, del bloque Compromiso, Renovación y Orden (CREO).
Sin embargo no está en riesgo el suministro de electricidad de El Salvador. Por su largo, el país sí tiene capacidad instalada para atender la energía que requiere el mercado pero se importa porque es más barato que la generación propia y, por el otro extremo, las compras de energía en el Mercado Eléctrico Regional (MER) funcionan a base de garantías.
El MER es un mercado de oportunidades conformado por Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, donde los países pueden comprar energía a precios más competitivos que la generación propia. Desde su creación, en 1996, los principales actores son Guatemala y El Salvador, quienes mantienen una relación de venta y compra, respectivamente.
Relacionado: La importación de energía y generación térmica se mantienen al alza en 2019
Pero estas compras de energía se realizan a través de garantías y “teóricamente con eso está cubierta su participación en el mercado” porque respaldan las operaciones ante un posible impago por parte de un agente, explicó a Diario El Mundo, Edgar Navarro, del guatemalteco Administrador del Mercado Mayorista (AMM).
“No hay una afectación en la medida que toma el Ejecutivo de El Salvador al mercado eléctrico regional ya que es una medida que toma para los consumidores finales y Guatemala no le vende a los consumidores finales sino que le vende a comercializadores de energía y distribuidores”, explicó Navarro.
Si bien es cierto que El Salvador importa energía a Guatemala –el último dato oficial data de 2018 y representó el 27 % de las inyecciones al mercado-, el país también puede generar para atender la demanda nacional.
La capacidad instalada de El Salvador supera los 2,000 megavatios (MW), de los cuales 756 son de la tecnología térmica, es decir, se utilizan combustibles para generar electricidad. También se cuenta con 552 MW de tecnología hidráulica y 204.4 de geotérmica, así como la biomasa con una participación de 290 MW, según los datos más actualizados a 2018 del Consejo Nacional de la Energía (CNE).
Sumado a ello, a lo largo de 2019 entraron en operaciones varias plantas solares, como las 10 centrales con una capacidad cada una de 10 MW del proyecto Bósforo –en total son 100 MW-, que se sumaron a los 94 MW que ya operaban de los parques de Antares y La Trinidad.